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El bullying se ha constituido en una problemática en aumento en el país. Los golpes, las palabras insultantes, el acoso y el rechazo son algunas de las situaciones que viven niños y niñas en ambientes educativos, generando impactos en el desarrollo de su personalidad y su salud mental.

De acuerdo con un estudio realizado por el Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Pontificia Universidad Javeriana, el 23 % de los estudiantes en el país han reportado ser víctimas de acoso escolar. De esa cifra, el 19 % corresponde a estudiantes acosados regularmente, mientras que el 4 % son acosados siempre.

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En ese sentido, el país se encuentra 10 puntos por encima del promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), que se ubica en el 13 %.

La cifra local se encuentra por encima de países como México y Argentina, que reportan un 15 % y 14 % de estudiantes con alto nivel de acoso, respectivamente. Sin embargo, se encuentra por debajo de Brasil y Chile, que mostraron proporciones más altas, con un 27 % y un 20 % respectivamente.

Omar Garzón, investigador del Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana, indicó que la investigación encontró que Colombia se encuentra en el puesto número 11 de los países de la Ocde con mayores casos de acoso escolar.

“Cerca de seis mil estudiantes están reportando casos de acoso escolar en tipo dos o tres, que son casos graves, es decir, los tres ya son delitos, cuando se priva de la libertad sexual a un estudiante, ya hay heridos, hurtos, o cosas así; en los casos dos hay daños físicos o psicológicos de los estudiantes, esto también muestra una tendencia a la no prevención de estos casos, no a la prevención temprana, porque uno debería intervenir”, señaló.

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Sostuvo que a partir de la ley 1620 de 2013 se construyó una cartilla donde dice cómo identificar el acoso escolar en cada una de las fases y se muestra qué debe hacer cada estudiante, el padre y el colegio que se encuentre siendo víctima del matoneo.

Sostuvo que “en el Atlántico la cifra de orientadores es bastante baja para la necesidad que tiene el departamento, pero Barranquilla tiene unos resultados alentadores. Alrededor de 600 estudiantes por orientador en los dos sectores, oficial y público” El investigador sostuvo que el Atlántico no presenta gran número de registro, puesto que no supera los 100 casos, lo que podría generar la duda de si realmente es así o estos no están siendo reportados.

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En el estudio también se alerta por un “preocupante subregistro” de casos de conflictividad escolar en el Sistema Unificado de Convivencia Escolar (SUICE), lo que dificulta la implementación de medidas efectivas para prevenir y abordar este problema.

Acciones en Barranquilla

La administración distrital, a través de la Secretaría de Educación, aseveró que en el marco de la apuesta por una formación integral que apunte al crecimiento personal, emocional, social y moral de los estudiantes se viene trabajando desde diversos frentes para garantizar el bienestar de la comunidad educativa.

Contó que desde hace varios años se implementa un Programa de Convivencia Escolar en las instituciones educativas oficiales, en el que con un equipo interdisciplinario de profesionales psicosociales expertos en la ley de Convivencia Escolar se realiza un acompañamiento desde los componentes de promoción, prevención, atención y seguimiento en la materia.

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La administración distrital también destacó que a través de diferentes estrategias, sólo en el 2023, se logró impactar a más de 50 instituciones educativas, lo que corresponde a más de 9.500 estudiantes, 2.400 familias y 1.100 docentes.

Expuso, además, que con este acompañamiento en el 2023 se pudo detectar en las instituciones educativas oficiales 17 casos de acoso escolar, los cuales fueron acompañados y asesorados por el equipo de profesionales, y en lo corrido del 2024 se han registrado seis casos por lo que las escuelas siguen trabajando en la prevención.

El panorama en municipios

Por su parte, la Gobernación del Atlántico viene ejecutando un plan de asistencia técnica en las instituciones educativas para mitigar o eliminar el acoso y la violencia escolar en general.

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El secretario de Educación del Atlántico, Leyton Barrios, indicó que un informe de caracterización de convivencia escolar reveló que durante el 2022 se reportaron 165 casos de violencia escolar, siendo la subregión central la más afectada que se refleja por su extensa población estudiantil. El municipio de Sabanalarga es el más vulnerable con 93 casos, seguido de Galapa con 34, Baranoa con 29 y Manatí con 22.

“Venimos realizando charlas a estudiantes, padres de familia y personal docente para prevenir el acoso escolar, conocido como bullying. Es nuestro deber preservar los derechos de los niños, niñas y adolescentes de cada uno de los establecimientos educativos para el sano desempeño de sus actividades curriculares”, precisó Barrios.

La alerta de la Procuraduría

La Procuraduría General de la Nación reportó recientemente que, según información preliminar, en el 2024 se han 1.515 casos de acoso escolar o bullying, 610 casos de violencia sexual y 399 situaciones de ciberacoso durante sus visitas de inspección a más de 300 instituciones educativas en todo el país.

De acuerdo con el Ministerio Público, estas cifras subrayan la “necesidad urgente de abordar esta problemática, especialmente cuando una parte significativa de las situaciones conocidas involucra a estudiantes como presuntos agresores”.

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Evidenció, además, el involucramiento presuntamente de docentes o directivos en el 26 % de los casos de acoso escolar y violencia sexual identificados, alertando un posible ambiente de vulnerabilidad que debe ser tratado con mayor atención por parte de las autoridades educativas y los padres de familia.

Así mismo, el ente de control constató que varias instituciones no cuentan con el protocolo para la detección de violencias de género y 29 instituciones de estas, no han implementado programas de educación sexual este año, en cumplimiento de la Directiva 001 de 2022 del Ministerio de Educación Nacional.

La Procuraduría confirmó que los resultados de estas visitas serán utilizados para emitir recomendaciones a las entidades competentes, con el fin de que se adopten medidas efectivas de prevención y atención de estas violencias sexual en el ámbito educativo y de llevar a cabo las acciones disciplinarias que sean necesarias en todos los casos donde haya lugar, para que se garanticen ambientes escolares seguros y libres de discriminación y violencia de género.

Fecha para tener en cuenta

El Día Internacional de Lucha contra la Violencia Escolar y el Acoso se conmemora el primer jueves de cada mes de noviembre, de acuerdo con la Unesco, para “hacer un llamado a los aprendientes, las familias, los miembros de las comunidades educativas, las autoridades educativas y a diversos sectores y socios, incluida la industria tecnológica, a participar en la prevención de todas las formas de violencia y a fomentar entornos de aprendizaje seguros, esenciales para la salud, el bienestar y el aprendizaje de los niños, niñas y jóvenes”.

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Las recomendaciones para frenar el crecimiento del bullying

Desde el Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana se ha recomendado, a las autoridades competentes, el fortalecimiento de los sistemas de recolección de datos y promover una cultura de denuncia y seguimiento adecuado de los casos de conflictividad escolar para mejorar el registro.

Asimismo, se ha instado a implementar estrategias de prevención y atención temprana, enfocadas en la adolescencia, particularmente entre los 13 y 15 años, así como el desarrollo de programas y políticas específicas para abordar el acoso escolar desde una perspectiva de género, considerando las diferencias en la prevalencia y la naturaleza del acoso experimentado por niñas y adolescentes.

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La entidad también expuso que se debe promover la formación y capacitación de los docentes y personal escolar en la identificación y manejo adecuado de situaciones de acoso escolar, con énfasis en la prevención de la agresión física.

Otra de las acciones que se propone corresponde a fortalecer la cooperación y el intercambio de buenas prácticas entre las diferentes entidades para abordar de manera más efectiva la conflictividad escolar en todo el país.

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Además, se insta a fomentar la colaboración entre las instituciones educativas, las autoridades locales y las organizaciones comunitarias para implementar estrategias integrales que promuevan entornos escolares seguros y libres de acoso en el territorio nacional.

Las consecuencias del acoso escolar

El sociólogo Jorge Bolívar Berdugo señaló que toda conducta de acoso es grave por los daños y consecuencias que pueden generar al agredido. Sostuvo que lo difícil es que la responsabilidad se diluye cuando las acciones son de un grupo de niños o jóvenes ya que es un fenómeno complejo que involucra a la familia, la escuela, los gobiernos y la sociedad.

“El acoso escolar ocasiona una baja autoestima, las víctimas quedan más indefensas, cuando los docentes no reaccionan en el momento en que se produce, no le prestan la adecuada atención y los efectos negativos se trasladan a los ámbitos universitarios, laborales y culturales”, dijo.