Las buenas obras son el producto de la salvación. Al menos así piensan algunos seguidores religiosos como Erick Turizo, quién hace más de ocho años decidió escuchar la voz que clamaba desde su interior para aportar un “granito de arena” en la transformación de la vida de los habitantes de Santo Tomás, que ha sido el refugio de sus padres en su vejez.
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Tras ocho años de duro trabajo y por cuenta propia logró canalizar el arroyo de Villa Clarentina, el cual provocaba emergencias cada vez que se desbordaba y era foco de inseguridad y malos olores para toda la comunidad.
“Recuerdo que la zona de este arroyo estaba en un completo abandono, completamente lleno de basuras y de personas que venían a meter vicio, prácticamente era como un monte, algo horrible que dañaba la imagen del sector. Yo ni siquiera soy del pueblo, pero mis padres envejecieron aquí, así que no podía quedarme callado. Fui donde los vecinos le comenté que teníamos que hacer algo porque nadie lo iba a hacer, ni siquiera las autoridades, y así fue que planificamos hacer la cancha y el parque que hay ahora”, dijo.
Mencionó, además, que ha invertido sus recursos propios para la elaboración del parque.
“Cuando ya estábamos trabajando en el monte llegó el dueño de las hectáreas; a pesar de los desacuerdos, logramos negociar la compra del lote por unos $10 millones y desde ahí empecé con todo, como yo soy ingeniero empírico pues fui planeando todo y se logró canalizar unos 300 metros de arroyo que había, no puedo calcular cuánto dinero se invirtió en total, pero claro, es la hora y se le sigue invirtiendo”, comentó.
El hombre también contó que tras canalizar el arroyo la comunidad dejó de sufrir afectaciones con las lluvias.
“El arroyo tomaba el agua de varios sectores de arriba del municipio y los traía hacia esta zona, luego desembocaba en una parte donde hay una guardería y muchos niños, lo cual era peligroso y generaba preocupación, pero bueno, ya se logró erradicar ese problema y lo que antes amenazaba a los jóvenes ahora es un espacio para que ellos pasen el tiempo y se diviertan”, explicó.
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Una misión de vida
La fe mueve montañas. Así lo sostiene Erick Turizo, quien pasó por malos momentos de su vida en cuestiones de vicios y malos caminos, pero cada noche se acostaba pidiéndole a Dios sacarlo de esa vida. Un día logró hacerlo y su hijo fue la motivación principal para encontrar su propósito de vida.
“Mi hijo nació con problemas de salud, una enfermedad llamada talasemia, que solo el 1 % de colombianos nacen con ello, entonces todo lo que hice fue tratar de sacar adelante la recuperación de este parque para que se convirtiera en un espacio de descanso para otros niños que quisieran pasar un buen rato y olvidarse de sus problemas, ya mi hijo tiene 39 años y no pierdo la esperanza de que se recupere, esa es la fe que me ha dado Dios y que trato de materializar en este espacio”, dijo.
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Como parte de la misión que se propuso Turizo con la canalización del arroyo estaba también rendirle homenaje con el parque a uno de los seres más queridos de su vida, su perro Sultán. De esta manera, la entrada a esta zona quedó bautizada bajo el nombre del canino y parte de sus alrededores cuentan con figuras animadas de animales y mascotas.
Lo anterior ha tenido un efecto positivo en la comunidad que acogió el parque y en ocasiones colabora para el mantenimiento del mismo.
“No puedo mentir, me ha tocado duro con el tema del parque, ni siquiera puedo calcular cuánto pago por todo y las cosas que se hacen como sembrar un arbolito, reparchear las paredes, mantener la madera, entre otras cosas, pero tengo una vecina que con su hija me ayudan a pintar, incluso, diseñar las macetas y todo eso, en ocasiones también recolectamos fondos con rifas y asados, y de vez en cuando la administración local nos manda algo”, comentó.
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Un proyecto de la gente
El parque El Sultán se ha convertido en uno de los atractivos del barrio 20 de Julio en el municipio de Santo Tomás, toda su estructura resalta los colores de la bandera nacional y rinde homenaje a este barrio de más de 43 años.
“Yo soy una persona de mucha fe y no hay muchas cosas que me hagan perder la esperanza y echarme para atrás, de hecho tengo una cantidad de ideas para hacer con el barrio, para sembrar arbolitos, recuperar espacios e impulsar proyectos para la juventud. Sin embargo, soy sincero al decir que no puedo solo, necesito ayuda de la gente para seguir haciendo más bonito el barrio”, indicó.
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A su vez, esta zona se ha convertido en un espacio para visitar por parte de propios y visitantes, ya que guarda en uno de sus espacios una pared dedicada a los artistas vallenatos Los Betos.
El baúl de Los Betos, como lo nombró Erick, reúne varios afiches de los discos, presentaciones y hasta momentos importantes del folclor que han tenido lugar a lo largo de los años y que son valiosas para muchas personas.
“A mí me gusta bastante la música de Los Betos, desde pelaito y bueno, me pareció chévere poner mi sello acá en el lugar porque al final es un reposadero para mi familia también, entre las mejores experiencias que he tenido es que el mismo Beto Zabaleta vino y conoció el lugar para saber su historia, así mismo otros artistas han venido. Creo que puede ser un lugar para visitar durante un paseo por el Atlántico o para los turistas también, no he pensado muy bien el tema, pero creo que se puede lograr”, puntualizó.
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Se deben hacer más proyectos
El bienestar social de las comunidades aledañas al sector del parque El Sultán es responsabilidad de las autoridades locales. Así lo considera Erick Turizo, quién pidió a la Alcaldía que tome cartas en el asunto para otros proyectos sociales que beneficien a la comunidad.
“Así como el arroyo Villa Clarentina que logramos canalizar, hacen falta otras afluentes que circulan por el sector, sobre todo para estas épocas de lluvia, además, hay que trabajar en la pavimentación de vías”, dijo.
Agregó que la Junta de Acción Comunal también debe presentar más proyectos que hagan partícipes a la comunidad del barrio.