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A diario, Manuela Correa Fontalvo y un grupo de campesinos salen de su hogar hasta la zona rural del municipio de Sabanalarga, más exactamente al corregimiento de La Peña, para trabajar en lo que mejor saben hacer: cultivar.

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Aunque durante gran parte de su vida ha sembrado yuca y otros productos apetecidos en la región, desde hace un par de meses se ha entregado en cuerpo y corazón a un cultivo emergente, que se ha convertido en la esperanza para el resurgimiento del municipio como despensa agrícola del Atlántico.

Se trata de la okra, un vegetal –también es conocido como quimbombó, gumbo o candia– y que a nivel internacional tiene gran popularidad por sus características nutritivas, así como por su versatilidad culinaria y su adaptabilidad a diferentes climas.

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“Le he puesto el corazón a este cultivo, me he enamorado de él. Acá trabajamos a diario con mucho amor y empeño”, dice la mujer mientras camina entre las enredaderas de esta planta en búsqueda de los frutos que ya están listos para el consumo.

En su rostro se refleja el orgullo que le significa poder brindar empleos a varios jóvenes del municipio, una tarea que permite transmitir los conocimientos del campo y se constituye en un pilar para garantizar el tan anhelado relevo generacional.

“Nosotros estamos pendientes de las plantas, dándole cariño, mucho año. Si usted le habla con amor y la recoge con amor, ella se reproduce más. Esta planta es como un bebé, que si le habla con cariño, se pone cariñosa”, sostiene.

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Para Manuela, apostarle a este cultivo ha sido la decisión correcta, puesto que ha podido llevar el alimento a diario a su hogar. Incluso, la okra ya hace parte de la dieta de su familia, que la degusta en diversas preparaciones.

“Es un vegetal muy delicioso. Lo hemos hecho con pastas, con huevo, con carne, incluso, en jugo. A mí me encanta consumirlo en jugo, porque es muy rico”, recalca con una gran sonrisa.

Otra de las campesinas que ha incursionado en este proceso es Piedad Mattos Cabarcas, quien no oculta su complacencia por aprender sobre este cultivo para posteriormente capacitar a otros campesinos del municipio.

  • La Okra: el Oro verde que se cultiva en el Atlántico
    Orlando Amador/ORLANDO AMADORLa Okra: el Oro verde que se cultiva en el Atlántico
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“Al momento, este cultivo está generando 10 empleos, pero la idea es que en poco tiempo se pueda ampliar a las otras asociaciones de campesinos, para mejorar la calidad de vida de ellos”, dice Mattos, quien es líder de la organización campesina Mujeres de Siempre.

Impulso al agro

Desde su niñez, el alcalde José Elías Chams ha tenido contacto con la candia. Este era un alimento que se consumía con frecuencia en su hogar, debido a sus raíces libanesas.

Por eso no escatima al calificarlo como el “maná de Dios” y una oportunidad para que Sabanalarga pueda fortalecer sus procesos agropecuarios, a favor del campesinado.

“En 1969, mi papá tuvo una crisis económica fuerte y fue a Brasil en busca de nuevas oportunidades. Al regresar se trajo 10 bolsas de semillas de candia, que sembró en la finca de un amigo de la familia y a los pocos meses ya estaban recogiendo la primera cosecha”, recuerda.

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El mandatario explica que al ser un producto tan apetecido en el exterior, han logrado tener contacto con varios interesados en exportar. Por eso avanzan en los trámites correspondientes ante el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) para tal fin.

“Es una línea productiva que estamos impulsando. Estamos sacando una producción importante y esperamos que en las próximas semanas ya se empiece a comercializar en cadenas alimenticias del departamento. Es un primer paso que estamos ad portas de dar”, dice el mandatario.

Mientras se cumple dicho objetivo, la okra se ha convertido en el alimento ‘estrella’ del programa de ollas comunitarias que se desarrolla en los barrios marginados del municipio. “Estamos articulados con el Banco de Alimentos, que se creó a través de un fondo de solidaridad, queremos que lo que produzcan los campesinos en el municipio, se pueda llevar a las familias más necesitadas”.

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Por otro lado, Chams enfatiza en la vocación agrícola del municipio, de donde sale cerca del 20 % de la producción agrícola del departamento. Sin embargo, las dificultades logísticas que han enfrentado los campesinos han hecho que esto no se traduzca en beneficios para dicha población.

“Hemos creado un modelo agropolitano con el propósito de que el municipio sea socio de los campesinos independientes, de las asociaciones. Esto permitirá ir alternando los cultivos tradicionales con cultivos rápidos. Un cambio de modelo que redundará en mejoras para los campesinos”, recalca.

En ese sentido, el alcalde indica que la batata y el ñame de diamante son otros cultivos que se impulsarán en el municipio, para ampliar la oferta de cultivos para los campesinos.

Beneficio para campesinos

Abraham Pertuz, asesor de asuntos agropecuarios de la Alcaldía de Sabanalarga, sostiene que desde la administración local se ha venido avanzando en la búsqueda de cultivos alternativos para mejorar los ingresos de los campesinos.

“La okra tiene un valor agregado en el mercado, por lo que en este proceso tuvimos la oportunidad de encontrar un socio que nos brindó el acceso a la semilla y al conocimiento para avanzar en esta siembra”, explica.

Pertuz agrega que la planta ha tenido rendimientos destacables en el plan piloto que se ha adelantado en cerca de una hectárea.

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“Sus condiciones agroecológicas se dan muy bien en el municipio. Técnicamente, está marchando a la perfección. Ahora estamos buscando aliados en la parte comercial para avanzar en este proceso”, cuenta.

El funcionario enfatiza en que este proceso permitirá que los campesinos del municipio puedan diversificar su producción y contar con ingresos durante todo el año.

“Es un cultivo que crece sumamente rápido. Acá se siembra mucho la yuca, pero se toma entre 7 y 8 meses. La okra, en 55 días, ya se están viendo resultados, sin tener en cuenta que el cultivo puede durar hasta seis meses produciendo”, remarca.

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El asesor en temas agropecuarios también detalla que el propósito es que los cultivos se desarrollen por ciclos: “La idea es sembrar primero un lote y a los seis meses, otro lote. Que el ciclo no se rompa y así impactar a los campesinos del municipio con trabajo continuo”.

Asimismo, resalta que esta planta ha soportado la temporada de sequía y de lluvias torrenciales, sin mermar la producción.

“Nutricionalmente es muy buen producto. Es recomendado por nutricionistas para dietas balanceadas. Tanto para enfrentar enfermedades crónicas, así como para personas que estén en procesos o tratamientos corporales”, explica.

Los planes de exportación

José Luis Carcamo García, representante de la exportadora HMT Agrícola Colombia, afirma que el municipio cuenta con suelos aptos para la producción de okra, por lo que se plantea que en el mediano y largo plazo se puedan sembrar cerca de 500 hectáreas.

“Este es un producto que tiene un mercado asegurado a nivel internacional. La prueba piloto que hemos desarrollado ha sido muy positiva, porque no habíamos probado en suelos del Caribe colombiano y ha tenido buenos resultados”, expone.

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También indica que la okra se comercializa a grandes cantidades en Estados Unidos y Europa, donde el kilo puede llegar a costar hasta 30 dólares en los momentos de menor oferta.

“Lo llaman el oro verde. En México y Costa Rica hay grandes extensiones de cultivos, pero no logran cubrir la demanda a nivel internacional. Por eso le estamos apostando a desarrollar este proyecto que permita impulsar a Sabanalarga como un productor importante en el mundo”, apunta.