Los habitantes de Privilegios no solo buscaban sus objetos de necesidades básicas, algunos pasaron en vela por la incertidumbre de saber qué había pasado con sus mascotas.
Ese fue el caso de una joven de 22 años que habitaba el edificio donde una de las torres colapsó el jueves 28 de noviembre. Por varias horas la residente estuvo buscando a Pepito, su loro que se quedó encerrado en el apartamento tras ocurrir la tragedia.
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De manera insistente le pidió a uniformados del Cuerpo de Bomberos que rescataran a Pepito. Apareció sano y salvo. Pero el pedido de auxilio no terminó ahí. No tenía información de dónde estaba su gata Electra.
“Electra, Electra, Electra”, llamaba insistentemente la joven desde la entrada del edificio mientras chasqueaba sus dedos para llamar la atención de la gata. No hubo señales de su mascota y la angustia se apoderó de ella por no saber si Electra estaba con vida.
Este domingo, vecinos del sector contaron la buena noticia en medio de la tragedia. Electra salió en horas de la mañana en búsqueda de comida y agua. De inmediato fue atendida, pues llevaba varias horas escondida y asustada, según contaron.
Los vecinos, de manera paciente y con calma, buscaron la forma de acceder a Electra y rescatarla. Sin embargo, en el sitio también habita otra: Rapunzel. Esta felina habitaba en la calle y llegó al complejo habitacional, donde fue adoptada por los residentes. Ambas fueron atendidas con alimentación, pero no lograron sacarlas del lugar. Se niegan a dejar su hogar en Privilegios.