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Para cualquier bombero de Barranquilla, el recuerdo de la madrugada del 22 de diciembre de 2022 está fresco en su memoria, como si hubiera pasado hace unas horas y no los años desde lo que ha sido la emergencia más grandes en tiempos modernos de la ciudad, una que requirió el concurso de la Armada, Fuerza Aérea, todas las instituciones de rescate y control de emergencias civiles del país y, por supuesto, la pérdida de la vida de un héroe para salvar a muchos más de los suyos.

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Bastaron apenas minutos en la madrugada de ese 22 para que los primeros en reaccionar, los bomberos de la antigua estación Las Flores, ahora rebautizada como ‘Javier Enrique Solano Ruiz’, pidieran encarecidamente refuerzos para que les ayudaran ante la desproporcionada urgencia que tenían al frente.

ArchivoIncendio Vía 40

“En mis 35 años de servicio, ha sido una de las emergencias que más ha marcado; un día triste para nosotros y más que todo por el compañero Javier Solano, antiguo como yo. Acudimos al llamado de la estación central, donde fuimos a reforzar. Fue atendido primero por la estación Las Flores, como anteriormente era llamada. Yo me encontraba de servicio en la estación Calle 17, llegamos y me puse a las órdenes del teniente Edwin Pacheco y el teniente Rubén Pérez ahí encontramos ya al personal de la estación Las Flores y comenzamos a montar el operativo”, recordó para EL HERALDO el veterano Teniente Jesús Sánchez, a quien en sus ojos todavía se le remarca la sorpresa de llegar al sitio y encontrar el infierno desatado en la tierra.

Josefina Villarreal

Todo bombero disponible

Al sitio fue citado todo el personal de la ciudad. En turno o no, fueron 11 máquinas de bomberos, 120 unidades de bomberos, reforzados a lo largo de tres días de emergencia por los de Puerto Colombia, Malambo, Cartagena y otros municipios aledaños.

Se tuvieron que turnar en grupos de 50 para atender las llamas y al mismo tiempo, dejar personal de respaldo para no desproteger Barranquilla.

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Algunos no se enteraron de la emergencia, sino cuando ya iban varias horas, pues recién soltaban turno y en esa madrugada dormían en sus casas, con sus familias, tratando de reponer las fuerzas que siempre son necesarias para llevar a cabo su labor.

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“Mi caso es muy diferente. Yo no estaba en turno, yo estaba en mi casa, me entero de la emergencia a las 8:30 de la mañana, cuando mi esposa me levanta, porque tenía unas llamadas del capitán de bomberos en su momento, Jaime Pérez, y es el que me llama para decirme que me acerque a ‘X’ dirección y es cuando yo llego tipo 9:00 de la mañana a la vía 40 con calle 85 y desde ese momento digamos que mi vida tuvo un giro, porque yo paso al puesto de mando, que es donde se toman todas las decisiones”, explicó el bombero Sergio Solís, quien se volvió protagonista en la toma de las decisiones en las horas siguientes.

Tanque, explosión y fuego

El teniente Jesús Sánchez tiene el cabello blanco y los ojos de un azul que todavía es vivido, a pesar de las muchas conflagraciones que ha visto a lo largo de su carrera. En sus pupilas apenas y cupo lo que vio esa jornada cuando se bajó del camión de 3.500 galones de agua en el que se fue, pues para sofocar esa columna de llamas, lo que se necesitaba era agua como para calmar la sed de un desierto .

“Como a la hora, hora y media, se nos incendió el tanque vecino, que fue donde ya se nos complicó más la situación. Tuvimos todas las máquinas del cuerpo de bomberos ahí, con todos los oficiales, llegó gente de apoyo. Algo fundamental fue cuando llegó la máquina especializada de la refinería de Cartagena, donde vinieron los expertos en esos tanques”, recordó Sánchez.

Josefina Villarreal

Ya con los rayos del sol, sobre las 9:00 de la mañana, el bombero Solís se reportó al sitio y le encargaron llegar al Puesto de Mando Unificado, donde era el de menor rango, pero el de mayor conocimiento.

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“Lo que más me marcó fue cuando llega el alcalde, y le pregunta al encargado de la Capitanía del Puerto, que era el rango más alto que había ahí, cómo va la situación de la emergencia, y en ese momento el capitán del puerto le dice: ‘No, aquí quién debe darle toda información es el señor Sergio Solís’. Eso marca bastante desde el pensamiento y la vida en general de uno”, señaló al quedar encargado como el mayor responsable del operativo, siendo apenas un bombero raso.

La solución de los ingenieros que llegaron de Cartagena fue comenzar a enfriar con espuma los tanques y así extinguir el fuego que amenazaba con incendiar un segundo tanque lleno con 70 mil barriles de crudo de nafta.

La ‘situación 53′

Luego de tres días de lucha, tras la muerte en las primera horas del teniente Solano, con hombres y mujeres que no bajaron la guardia, llegó la voz de alerta por la radio que tanto esperaban tras bombear miles de litros de agua. Palabras que siguen claras en la mente de Solís.

“Dijeron que se controló la emergencia, en el código de nosotros esa es la situación 53. Y (del radio) sale la voz de mi sargento Váldez gritando nuevamente ‘¡Situación 53!’. Él es una persona que tiene un tono de voz bastante fuerte eso es lo que yo tengo en la cabeza. Cuando me dicen que traduzca qué significa 53, el alcalde (Jaime) Pumarejo me dice ‘¿Qué significa eso?’ Y la secretaria de Gobierno le decía ‘Eso es situación completamente controlada’, entonces el jefe tuyo se te tira y te abraza, todo eso te marca”, rememoró.

A esa misma hora, en otro punto de la ciudad, se llevaba acabo el sepelio de Solano Ruiz. La furia del fuego se fue con él, pero la emergencia siguió sigilosa por un año.

Josefina Villarreal

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“¿Cómo así que para la emergencia y para nosotros sigue? Claro, la emergencia para porque se acaba el fuego, pero ahora es que ese combustible no se derrame hacía el río, ahora que eso no se vuelva a incendiar, y así. Para resumirte el cuento, la emergencia como tal para en diciembre del 2023, exactamente. Porque es cuando se retira completamente el combustible de ahí”, cerró Solís.

Por su parte, el teniente Sánchez, hizo una reflexión que podría estremecer a cualquiera.

“Algo que tengo claro es que sabemos cuándo entramos, pero no sabemos si salimos. Siempre estamos exponiendo la vida por otras personas, ese el trabajo del bombero, servirle a la comunidad”, cerró.

Josefina Villarreal