Una “evolución favorable” ha tenido el menor de 2 años de edad que fue reportado como un probable caso de intoxicación con fósforo blanco tras la celebración de la Navidad en Barranquilla.
El médico toxicólogo Agustín Guerrero explicó que el menor de edad ha sido sometido a una serie de exámenes neurológicos y toxicológicos: “La sorpresa es que el niño salió con unos niveles de fósforo inorgánico por encima de lo normal. Se decidió iniciar un tratamiento y hacerle nuevos estudios para aclarar la situación”.
Explicó que el niño fue llevado por sus familiares a un centro médico tras sufrir un cuadro de convulsiones repetitivas, lo que conllevó a su hospitalización en el Camino Adelita de Char.
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“Los familiares informaron que él presentaba unas crisis, que se llaman crisis de ausencia, por lo que las convulsiones se asociaron a ello. La mamá confesó que en el entorno había mucha quema de pólvora y ante este antecedente de exposición, los médicos adelantaron todos los estudios y tras una revisión de un equipo multidisciplinario se decidió internarlo en UCI pediátrica”, dijo el especialista.
El médico toxicólogo explicó que este tipo de casos no se atienden con antídotos específicos, sino que se requieren una serie de productos para neutralizar las posibles alteraciones por el consumo de fósforo blanco.
“Muchas veces se confunde con otra serie de patologías y evoluciona por etapas. La primera etapa es cuando el fósforo está en el tubo digestivo, como es corrosivo, generalmente lo primero que hace el niño es vomitar, náuseas y vómitos. Ese periodo puede durar hasta 12 horas y a veces hasta 24 horas”, explicó.
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Agregó que “el segundo estadio es cuando el fósforo pasa a la sangre y ahí hay un periodo de calma aparente; es un periodo engañoso, porque uno ve al niño bien y cree que no pasará nada, pero si pasa al hígado habrá mayor dificultad y habría un compromiso multiorgánico”.
Por esa razón, en este caso se decidió iniciar un tratamiento que busca proteger el hígado para evitar la llegada del tóxico a esa zona del cuerpo, debido a que “cuando llega al hígado casi no tiene reversa, porque no tenemos antídoto”.
Las recomendaciones
El médico Guerrero hizo un llamado a los padres de familia para que no permitan que los niños tengan contacto con la pólvora, teniendo en cuenta los riesgos que podrían sufrir.
“No hay fuego pirotécnico inofensivo en manos de un niño. Los puede quemar, desfigurar el rostro o llevar a la amputación de un miembro. Incluso, el humo que inhalan puede causarles problemas pulmonares y también intoxicaciones graves”, agregó.
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También indicó que ante un posible caso de intoxicación por fósforo blanco no es recomendable que se le administre leche a la persona afectada, teniendo en cuenta que facilita la mayor absorción del fósforo.
Las cifras en el país
De acuerdo con el más reciente informe del Instituto Nacional de Salud (INS), en Barranquilla se han registrado dos casos de menores afectados por intoxicación por fósforo blanco. El otro caso fue reportado durante el Día de las Velitas y correspondió a un niño de 2 años y fue dado de alta por su evolución.
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En Santander, por su parte, se han reportado otros dos casos de intoxicación. El primero fue un niño de 6 años que falleció, mientras que el segundo corresponde a una niña de un año que se encuentra hospitalizada.
El reporte de quemados
En lo corrido de diciembre, en el Atlántico se han reportado 58 lesionados por el uso de pólvora, de los cuales, 32 corresponden a los municipios y 26 en la capital del Atlántico.
Soledad permanece con mayor número de quemados con 12 personas, lo que significa un aumento de dos con relación al año anterior. Le siguen Malambo (5), Baranoa (4), Sabanagrande (3), Palmar de Varela (2), Puerto Colombia (2), Ponedera (1), Sabanalarga (1), Santo Tomás (1) y Polonuevo (1).
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En ese sentido, se reportó un incremento del 68.4 % en los municipios, teniendo en cuenta que en la temporada anterior se contabilizaban 19 lesionados. Por su parte, en Barranquilla el aumento se ha tasado en 62,5 %, ya que en 2023 hubo 16 casos.
