Un aroma atrayente, penetrante e inconfundible se respira este diciembre en Barranquilla. Sus calles están perfumadas por miles de flores que crecen en los árboles de alstonia o alistonia, un espécimen que si bien no es nativo de la ciudad, llegó desde hace muchas décadas para quedarse y está, no solo en la boca de los ciudadanos, sino en los suspiros por su fragancia tan particular.
Desde hace un par de semanas se viene hablando de la alstonia, no solo porque hace parte del paisaje desde hace algunos años, sino porque en este diciembre ha florecido de manera muy particular y la gente ha caído en cuenta que en buena parte de los barrios del norte de la ciudad, sus ejemplares se cuentan por decenas.
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Especialmente porque esta fue una especie sembrada por el alcalde Alejandro Char en el marco de su segundo mandato. Tan solo en agosto de 2018 se llevó a cabo la siembra de 800 ejemplares, los cuales ahora florecen.
Podría decirse de alguna manera que estos árboles han venido dando frutos y que durante las noches y madrugadas en la ciudad, estos liberan un olor que a nadie deja indiferente.
“El olor característico de la alstonia proviene de sus flores, que emiten un aroma fuerte y penetrante. Este aroma es parte de su mecanismo de polinización, ya que atrae a insectos polinizadores como abejas y mariposas; para algunas personas el olor puede ser desagradable, este es un fenómeno natural”, explicaron a EL HERALDO desde Barranquilla Verde, la autoridad ambiental del Distrito.
Características particulares
Hay atributos únicos que sirven para identificar fácilmente al árbol de alstonia como su gran altura, su sombra refrescante, flores blancas y diminutas, así como unas hojas alargadas como el filo de una espada, de un verde intenso en la cara que da al sol y un reverso pálido, casi blancuzco.
“La Alstonia es un género de árboles perteneciente a la familia Apocynaceae. Es conocida por su rápido crecimiento, su resistencia a condiciones adversas y su capacidad para adaptarse a diversos tipos de suelos. Esta especie es originaria de Australia, pero también se encuentra comúnmente en el sudeste asiático, India, Sri Lanka y las islas del Pacífico. En el contexto urbano de Barranquilla, la alstonia es utilizada por ser una especie con gran capacidad para proporcionar sombra”, detalló la entidad.
Pero, sin lugar a dudas, una de las principales características, es la gran altura que logra.
“Es un árbol de gran porte que puede alcanzar entre 15 y 30 metros. Sus hojas son grandes, de forma lanceolada y se disponen en forma de espiral. La corteza es de color gris claro y presenta una textura suave. Sus flores son pequeñas, de color blanco o amarillento, con un aroma característico, y sus frutos son cápsulas alargadas que contienen semillas”, añadió.
Origen del árbol
Tanto ha sido la repercusión por su aroma y los centenares que han florecido por toda Barranquilla, que María Cristina Martínez Habibe, decana de Ciencias Básicas de la Universidad del Norte (donde hay varios de estos árboles florecidos), explicó qué es la alstonia, de dónde viene y porque tiene un olor tan característico, además de su utilidad para dar sombra a los espacios donde crece.
“Estamos en diciembre y algunos de nuestros árboles están floreciendo. Ese olor tan fuerte que estamos sintiendo, especialmente cuanto está atardeciendo, es la fragancia que emiten las flores de la alstonia. Buscan atraer polinizadores en la noche con su olor que es supremamente fuerte. La alstonia es un árbol que no es nativo nuestro, lo trajimos de la India y allá también es usado por su gran olor y tiene propiedades medicinales”, expresó la docente.
Una especie resistente
Uno de los motivos de la presencia de la alstonia en Barranquilla es su capacidad de resistir sus climas extremos, particularmente el fuerte calor que hace en la ciudad durante buena parte del año.
“Es una especie resistente al clima cálido y seco de Barranquilla. Su capacidad para tolerar condiciones de alta temperatura y poca humedad, así como la resistencia ante enfermedades, la ha convertido en una especie adaptable en el arbolado urbano de la ciudad”, agregó la entidad.
Por lo tanto, se ha repoducido y múltiplicado en el norte de la ciudad, encontrándose en barrios como Prado, Boston, Paraíso, Riomar y Villa Carolina, por solo mencionar algunos. Además, se reproduce con relativa facilidad.
Antes, otras especies resistentes habían llegado a la ciudad y se terminaron ganando un espacio importante dentro de los jardines y zonas verdes.
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“Además de la alstonia, otras especies resistentes incluyen la acacia, almendro, olivo negro, trebol, ceiba, entre otras. Estas especies son elegidas por su adaptabilidad al calor y la humedad, así como por su capacidad para brindar sombra y mejorar la calidad del aire, pero sobre todo por ser nativas”, explicó la autoridad ambiental.
El perfume de la alstonia seguirá en el ambiente un tiempo más. Y las personas que pasan por debajo de su sombra, verán caer de sus frondosas ramas los pétalos blancos de sus aromáticas flores, creando la ilusión de copos de nieve que se precipitan en el vaivén de las fuertes brisas de fin de año. La nieve que nunca caerá en el cálido trópico de Barranquilla.