Si algo caracteriza al Nuevo Hospital de Barranquilla, además de la cuidada complejidad de sus servicios de altísimo nivel, es la luz que se cuela por los ventanales de distintos tamaños que iluminan sus pasillos, rampas y otros espacios, incluso los cubículos de la uci. Cada área de sus cuatro niveles, desde las diferenciadas entradas del primer piso hasta los consultorios del segundo, pasando por la biblioteca infantil del tercero y las habitaciones de hospitalización del último, reivindican que la salud es un derecho fundamental que debe garantizarse, otorgando a los pacientes dignidad absoluta, aún más si se trata de personas vulnerables. Sin dejar de lado las condiciones respetuosas para el talento humano en salud.
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Antes de su apertura este lunes, el alcalde Alejandro Char realizó con el equipo de MiRed IPS una inspección final por sus modernas instalaciones que le hacen justicia a la historia de Barranquilla. Sin duda, el lugar donde comenzaron tantas vidas, también acabaron –a decir verdad–, redefine el futuro de la salud de nuestra ciudad.
¿Cómo cree que el nuevo hospital impactará la vida de los habitantes de estos barrios de Barranquilla, que son además comunidades vulnerables?
Esto lo requería Barranquilla desde hace años, porque aquí nació media ciudad y se formó buena parte de nuestros profesionales de la salud. Estimamos que medio millón de personas accederán a los servicios de altísima calidad y complejidad de los que dispone en sus cuatro niveles. Es un gran hospital ubicado en todo el corazón de Barranquilla, carrera 33 con calle 33. Sus unidades de cuidados intensivos son una demostración de ello y eso significa que se ha hecho con los mejores estándares, la mayor tecnología y pensando siempre en la humanización del servicio de salud.
Cuando usted inicia su administración, el proyecto estaba empantanado, ¿cómo lo destraba?
Sí, la obra estuvo parada varios años por problemas económicos. Afortunadamente pudimos conseguir los recursos y en menos de ocho meses, porque retomamos la construcción en abril de 2024, la terminamos. Quedó lista en diciembre y ahora arrancando el 2025 la ponemos al servicio de todo el pueblo barranquillero y, por qué no, de la Costa Caribe porque este es un centro de referencia para la región.
¿Por qué lo dice?
Porque además de las 16 camas uci, tiene en total 122 camas con las de hospitalización y urgencias, habitaciones para adultos y niños con estándares internacionales y lo necesario para que un familiar acompañe al enfermo, servicios de imagenología, radiología, mamografía, tomografía, consulta externa, emergencias 24 horas, suplencia eléctrica de días con plantas, red de frío, rampas para comunicarse entre pisos. Tenemos razones para estar contentos, a este hospital no se le negó nada. Quisimos hacer el mejor hospital público de Colombia y creo que estamos compitiendo con los de más alto nivel del sector privado.
¿Cuánto costó finalmente todo el proyecto, de dónde salió la plata?
Se invirtieron 200 mil millones de pesos, de plata de los barranquilleros. Todo salió de la estampilla prohospitales que pagan los ciudadanos cada vez que hay una transferencia de inmuebles. Esta es una renta que le representa al Distrito cerca de 40 a 50 mil millones de pesos todos los años, desde hace 16 años, y con eso hemos podido construir los 40 hospitales, Caminos y Pasos de la Red Pública Distrital, a cargo de MiRed Barranquilla IPS, con el San Camilo, que pronto entregaremos. Son centros de atención en salud que están cerca de la gente, en medio de los barrios, para que las personas puedan acceder caminando, en moto, en bicicleta. Así se pensó desde el primer día cuando todo comenzó.
¿Cómo financiará su mantenimiento, porque la salud de calidad requiere recursos?
Se financiará con los recursos de la salud correspondientes al Sistema General de Participaciones (SGP), destinados por la Nación para tal fin. El Distrito cuida a los usuarios afiliados al Sisbén, nos apoyamos en las EPS, se les ofrece un buen servicio a sus usuarios asegurados, eso hace que nos prefieran, incluso por encima del régimen contributivo.
En nuestros Pasos y Caminos usted no encuentra colas, siempre tiene al alcance un médico, los insumos necesarios y se les paga la nómina a sus más de 3.500 empleados. Es una operación totalmente positiva que marca la diferencia y el ciudadano lo reconoce. Mientras en muchas zonas del país se cierran hospitales, nosotros abrimos cada vez más servicios.
Entre esos los servicios de pediatría y atención con enfoque diferencial para los niños…
Para los padres venir al Hospital de Barranquilla será un motivo de tranquilidad, estarán en las mejores manos y con la mejor infraestructura. Los niños hospitalizados con patologías crónicas podrán seguir su escolaridad con profesores que vendrán a una zona diseñada y habilitada en el proyecto original como una biblioteca. Así no quedarán aislados de su proceso natural de formación, sino que maestros de la Secretaría de Educación les impartirán clases, como ocurre en los hospitales Adelita de Char y Ciudadela 20 de Julio.
Servicios del hospital
En el segundo nivel se encuentran ubicadas las cinco salas de cirugía del hospital, tres convencionales y dos de parto, 14 consultorios generales para citas programadas, además de tres unidades de odontología completas con su instrumental, lo que dará una capacidad de satisfacción para la comunidad. Dice el doctor Rómulo Rodado, gerente de MiRed Barranquilla IPS, que uno de los marcadores importantes de salud pública es la salud dental. “Cuando usted tiene gente con dientes en mal estado, realmente no está funcionando el sistema, así que nuestras actividades de salud oral son enormes”, precisa.
¿Con el inicio de operaciones del nuevo hospital se requerirá contratar más talento humano en salud?
Institucionalmente estamos proyectando de acuerdo con la demanda de servicios el crecimiento que haga falta en personal, pero por el momento el personal para la atención de estas unidades y de todo lo del hospital está listo y hace parte de MiRed IPS.
El nivel de detalle es realmente sorprendente, porque no solo es la construcción, también es la dotación del centro hospitalario…
Ingenieros locales hicieron todo esto posible con los médicos. Fue un trabajo en equipo para solicitar lo que se requería, para saber dónde comprarlo y con qué especificaciones. El tema del suministro de energía, de agua potable y tratada, la temperatura de los espacios, etcétera. Cada gota de sangre que va a las redes tiene un protocolo especial, como los residuos médicos, porque el tema ambiental es supremamente importante.
En el tema de ingresos o accesos también es clave en un hospital, ¿cómo se distribuyó el primer piso?
Tenemos una entrada para consulta externa, la de la calle 33, porque la gente que a va su cita médica no tiene que ingresar por urgencias. Esas, que son dos, se encuentran en la carrera 33, donde está la fachada del hospital. Una de esas entradas es peatonal y la otra es para las ambulancias, la cual está separada del público para que nadie observe lo que ocurre. En general, tiene que ser una zona bastante despejada y es importante que no se confunda por las líneas de tráfico.
Son en total 35 camillas de observación en espacios diferenciados para hombres, mujeres y menores de edad, luego de pasar por el triage, que es el procedimiento de clasificación del paciente de acuerdo con la urgencia para su atención. También en el primer nivel está el área de imágenes diagnósticas muy completa, con un tomógrafo de última generación para ofrecer nuevos servicios, como el de las imágenes cardíacas.
¿Qué pasará con el antiguo Hospital de Barranquilla?
Ese hospital ocupaba en total una manzana, de la 35 a la 33 y de la calle 33 a la calle 34. Contra la 35 hicimos la sede del Sena de Salud, y contra la carrera 33 hicimos el nuevo hospital. Nos queda un espacio central que queremos convertir en la Facultad de Medicina de la Institución Universitaria de Barranquilla, IUB. Es un proyecto de ciudad porque sentimos que la demanda para estudiar medicina es mucho mayor a la que estamos ofertando hoy, sobre todo en lo público. A los sectores populares de Barranquilla no les alcanza la plata para pagar un semestre en una facultad privada de Medicina. Los semestres están por el orden de los 19, 20, 25 millones de pesos. Fue un hit haber logrado materializar la Facultad de Medicina en la Universidad del Atlántico, a la que se inscribieron 4.550 y solo pasaron 50, de ellos únicamente 10 son del departamento del Atlántico y 7 de Barranquilla.
Esa demanda grandísima quedó insatisfecha, lo que nos deja un reto importante y nos obliga a tener la segunda Facultad de Medicina pública en Barranquilla. Estará, entonces, al lado del nuevo hospital, ojalá también podamos sumar programas de Enfermería, Odontología, Nutrición, para que quienes se formen ahí tengan donde practicar.
¿Qué se requiere para hacer realidad esa Facultad de Ciencias de la Salud?
Una intervención de forma simultánea para solicitar los permisos del Ministerio de Educación, también de Cultura porque es un bien patrimonial, e ir avanzando en la construcción de las instalaciones.
¿Hablamos de cuánto tiempo?
Unos dos años.
¿Antes de que se vaya lo deja garantizado?
Creo que sí.
Sin duda, la puesta en marcha de este moderno hospital, la próxima entrega del hospital San Camilo en el suroccidente y sus anuncios para formar más talento humano en salud son alentadores en un momento crítico para el sector…
En Bogotá, Cali, Medellín, todos los días se cierran servicios públicos y privados. Nosotros los construimos, estamos impactando positivamente la salud de toda Barranquilla y en ellos atenderemos a la gente más humilde del Caribe con los mejores médicos de Colombia.
Un aplauso para el talento humano en salud de MiRed Barranquilla IPS.
Artistas de la EDA trabajan en un mural en el hospital
Luis Amarís, uno de los más reconocidos muralistas de Barranquilla, trabaja con su equipo en una imponente creación artística que define como un homenaje a la vida. Una línea de tiempo, a modo de alegoría entre el pasado y el futuro, sobre el desarrollo de la salud en la ciudad. El maestro evoca en sus trazos al doctor Eusebio de la Hoz Pérez, quien promovió la construcción del hospital y era parte de la Sociedad de los Hermanos de la Caridad, pero también las etapas de un ser humano, desde su nacimiento, para remarcar la urgencia de proteger la vida y de contar con servicios de salud a lo largo de ellas.