El desfase entre la oferta de energía y la demanda en Colombia ha evidenciado la urgente necesidad de incorporar al sistema más proyectos energéticos y evitar, según los expertos, un inminente racionamiento.
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A este preocupante panorama hay que sumarle el retraso en la entrada de proyectos de transmisión y generación, además de los probables eventos climáticos como el pasado fenómeno de El Niño que han contribuido a estresar aún más el sistema.
Un informe entregado por XM –operador del mercado de energía– y la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) indica que mientras la demanda de energía en el país viene creciendo aceleradamente, la oferta no crece al mismo ritmo.
Hace un año la Universidad Nacional actualizó un estudio sobre los balances de energía en Colombia. Los resultados arrojados señalaron que la subasta que se realizó en 2024 fue insuficiente y alertó de un déficit de energía firme para el año 2027 en el escenario de proyectos con compromisos comerciales.
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De acuerdo con XM, en el 2024 la demanda de energía fue de 82,084.9 gigavatios, presentando un aumento de 2,3 % en comparación con el consumo nacional de 2023, cuando la demanda fue de 79,982.1 gigavatios.
Por este margen, que de acuerdo con los gremios del sector eléctrico tiene un rezago de cinco años, en reiteradas ocasiones le han hecho un llamado al Gobierno para la realización de una subasta de expansión lo más pronto posible.
A los expertos del sector les preocupa que, por ejemplo, en el 2024 entró únicamente el 22 % de la energía esperada; en 2023, el 17 %; en 2022, el 28 %, y en 2021 solo el 7 %, por lo cual esta estrechez no da mucho margen de disponibilidad ante cualquier eventualidad.

Mecanismo de la subasta
De acuerdo con la ex comisionada de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg ) Carmenza Chahín, antes del 2006 se usaba el mecanismo de cargo por capacidad, que consistía en remunerar con un pago fijo a las empresas que estuvieran en capacidad de generar energía durante el fenómeno de El Niño.
Luego en el año 2006, la Creg implementó la subasta de expansión por cargo de confiabilidad, con el fin de garantizar la suficiente capacidad de generación de energía a futuro.
Este mecanismo se utiliza para adjudicar nuevos proyectos de generación de energía para el país. El objetivo de una subasta de expansión es asegurar el suministro eléctrico a precios eficientes y atraer inversión para contar con nuevas plantas de generación que cubran la creciente demanda de energía.
La consultora detalló que a estas subastas también se les conoce como de reloj descendente, ya que se comienza con un precio inicial, se hacen varias rondas hasta que la sobreoferta se despeje y se hace un “match entre oferta y demanda”.
“Eso se llama subasta de reloj descendente porque en la primera ronda todo el mundo oferta, pero si todavía hay más oferta que demanda se hace una segunda ronda para que bajen precios hasta que al final se obtiene el mínimo precio para cubrir la demanda”, anotó Chahín.
Y agregó que a este mecanismo se le denomina subasta de cargo por confiabilidad porque se les asigna a las seleccionadas obligaciones de energía. Es decir, que cuando el precio del mercado llega a cierto nivel estas empresas están obligadas a poner la energía que necesita el sistema.
Incluir todas las tecnologías
Según la experta, las subastas de expansión deben incluir todo tipo de plantas de generación, teniendo en cuenta que en la última subasta la mayoría de los proyectos adjudicados fueron solares. Estas fuentes, anotó, solo generan energía durante el día, mientras que en la noche se necesita del respaldo del parque convencional. Es decir, no garantiza la energía firme que requiere el sistema.
Chahín se refiere a la subasta que se realizó en febrero del 2024 –la cuarta de las seis que se han hecho a la fecha– en donde se entregó obligaciones de energía firme (OEF) para el período 2027-2028; sin embargo, el 99 % de las plantas con asignaciones fueron solares y menos del 1% fueron térmicas.
“Yo creo que hacia el 2027, si no se incorporan rápidamente proyectos en los próximos dos años, podemos estar en problemas. Creo que se reaccionó tarde, porque se tiene que pensar en periodos de planificación de una inversión. Si se necesita energía para dentro de cuatro años, se debe hacer la subasta ya. Pero si la requiero dentro de dos años, los de energía renovable son más rápidos en construirse, pero que no tienen la firmeza que necesita el sistema”, enfatizó.
El llamado de los gremios
Alejandro Castañeda, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg), al igual que otros líderes gremiales consideran que una subasta de expansión no solo es importante, sino necesaria en este momento por el estrecho margen entre la demanda y oferta de energía.
“Tendremos dos años muy apretados. Si no se hace lo más pronto posible, vamos a tener problemas desde el punto de vista de garantizar el suministro a los usuarios”.
Fue enfático en afirmar que estas deben incluir todas las tecnologías y no solo con las renovables, teniendo en cuenta que estas no dan la firmeza que requiere el sistema. “Por eso es que no hemos sido capaces de cerrar esa brecha, de cerrar esa necesidad del año 2027″, explicó.
Destacó que, para la subasta de 2019, la Creg realizó unos cambios y adicionó como requisito para participar contar con la aprobación de una conexión al Sistema de Interconexión Nacional (SIN) por parte de la Upme. Esta condición limitó la participación de generadores con tecnologías convencionales.
“Cuando fueron a solicitar las conexiones, solo se las aprobaron a las renovables, dejando por fuera a tecnologías convencionales, lo que limitó su participación. La Creg debería realizar los ajustes regulatorios en este tema para que los agentes tengan confianza y puedan participar, o de lo contrario la subasta no será exitosa.”, expresó el líder gremial.
A su turno, Camilo Marulanda, presidente de Isagen, también coincide en que es necesario hacer la subasta este año. “Debe acelerarse el avance de la subasta de expansión, para todas las tecnologías incluyendo las térmicas. Necesitamos señales claras para seguir invirtiendo y garantizar el suministro de energía en el país”, manifestó.

Cómo participan
Es la Creg la entidad encargada de convocar la subasta, y el Administrador del Sistema de Intercambios Comerciales (Asic), que hace parte de XM, la realiza.
En esta pueden participar plantas existentes y las que estén en proyección de operación, teniendo en cuenta que deben cumplir la fecha de entrega de energía según la establecida en la convocatoria.
Además de contar con el certificado de la Upme debe presentar una garantía financiera y, si están en construcción un cronograma de avance de la obra.
Las empresas que cumplen con los requisitos y son admitidas para participar presentan su propuesta según las condiciones establecidas. Una vez revisadas todas las ofertas, se realiza la adjudicación a los ganadores.
Contraloría alertó la falta de garantías para los proyectos 2027-2028
En febrero del 2024 la Contraloría General de la República advirtió sobre la falta de garantías para adelantar los proyectos del primero de diciembre de 2027 hasta el 30 de noviembre de 2028, ya que menos del 60 % de lo adjudicado en subastas anteriores ha entrado en operación. “Se han adjudicado como seis o siete mil megavatios, pero no ha entrado ni el 60 % de lo adjudicado”, señaló en su momento la entidad.
En el caso de la subasta de febrero de 2024, el órgano de control cuestionó la efectividad de los resultados, pues en su concepto y tomando en cuenta lo adjudicado vs. el ritmo de crecimiento de la demanda, “es como si necesitaran más de 40 GWh-día y solo se hubieran adjudicado 15″.