Solo en sus corazones reposa la razón por la que llegaron a celebrar el día de San José. Muchos asistentes cerraban sus ojos con devoción, mientras que intimaban con la palabra de Dios, dictada por el sacerdote Alfredo Guzmán.
“Esta es una mañana luminosa y calurosa, pero feliz mañana, porque cuando Dios está en el corazón, nos detiene para escuchar su voz y hacer lo que quiere. Y lo que él quiere es que seamos felices y estemos contentos”, expresó el párroco, y los ecos de sus palabras se multiplicaron en la infraestructura amplia y deteriorada, así como en los corazones de los cientos de feligreses.
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La barranquillera Wendy Venegas arribó a la eucaristía para seguir perpetuando las creencias de su papá, Álvaro José. El hombre tiene cuatro años de fallecido y el patrono era su santo.
En esta ocasión, Venegas trajo a su pequeña hija para, de alguna forma, rememorar todas aquellas veces en las que su padre la sujetaba de la mano para llevarla a conmemorar a una de las máximas figuras católicas.
“Él venía el día de San José a esta iglesia. Vi la noticia en EL HERALDO y quise venir a celebrar este día. Es, sin dudas, una fecha especial para mí”, confesó.
Un puesto más adelante, Karen De Alma cobijaba con ahínco la pequeña estatua del protector de la iglesia Universal, mientras que el padre Guzmán dictaba la palabra en agradecimiento a San José.
“Hay que confiar como San José, que confió en ti (Dios) y sintió tu presencia y misericordia. Él fue el carpintero de la época, del pasado y del presente. (…) Gracias San José, quien es testigo fiel de la escucha”, mencionó el párroco.
San José obró un milagro en la vida y en la familia de Karen. Por ende, cuando se trata de este santo, solo existe agradecimiento y amor en abundancia para ellos.
“San José es el patrono de mi familia. Él es el patriarca y el cuidador de la Sagrada Familia. Todos los años venimos acá para agradecerle por la intercesión que ha tenido en cada una de nuestras vidas”, destacó la también barranquillera.
Finalmente, Aidee de Pietro tampoco podía pasar por alto este día significativo para su hogar, el cual construyó por años para sus hijos adoptados.
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“San José es el patrón de la familia y es el padre adoptivo de Jesús. Para mi familia es muy importante porque yo tengo dos hijos adoptados y ellos son hijos de Dios. Y hoy precisamente vine para agradecerle”, sostuvo la señora de edad, quien venía acompañada de su esposo.
Otros mensajes de la misa
La eucaristía se desarrolló en dos horas. Cerca de las 10:30 de la mañana, realizaron una presentación al Santísimo, la cual dio entrada a la presencia del sacerdote. Y, tras la lectura del Génesis y el evangelio, el sacerdote dio el sermón cerca de las 11:00 de la mañana.
Una de las principales máximas que dejó la misa fue que el amor de Dios es el motor principal para transformar la sociedad.
“Señor, hoy por nuestra presencia, por la intervención de San José, queremos decirte aquí que somos hombres y mujeres, jóvenes, niños y niñas, necesitados de tu amor, porque es tu amor lo que hace posible la justicia, la verdad, la fraternidad, la ternura y la misericordia”, recalcó.
Además, invitó a trabajar por una Barranquilla renovada, donde la alegría y la fe sean permanentes.
“Queremos una Barranquilla nueva. Queremos una Barranquilla donde todos los días estemos alegres. No basta un carnaval de cuatro días, necesitamos un carnaval de toda la vida, porque, Señor, por eso estamos aquí, porque donde estás tú hay fiesta para siempre”, expresó.
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Un templo que se levanta de a poco
La capilla es impetuosa. Las columnas son imponentes; hay imágenes de Jesucristo en cada ventanal, y los techos se caracterizan por tener gráficos que hacen referencia a Jesús.
“Necesitamos una iglesia totalmente restaurada”, dijo el sacerdote Guzmán, finalizando la eucaristía.
Durante la jornada, el religioso destacó que han estado realizando trabajos de restauración en la iglesia, gracias a la colaboración de los feligreses: “Son cosas que no se ven desde acá, toda la intervención de este templo que se ha realizado. Falta una que otra cosa, pero de todas maneras, yo le agradezco a Dios por la generosidad de todos ustedes aquí”.
Muchos de los asistentes que celebraron tan importante fecha, y que venían por primera vez, quedaron asombrados por la obra arquitectónica que se resguarda en el Centro de la ciudad.
“El trabajo que hacen para recuperarla es importante, sobre todo porque uno no conoce. Y esto es algo que le da valor a la ciudad. Da lástima que algo tan bonito lo dejen perder, siendo que en otras ciudades este es patrimonio”, argumentó la feligrés Wendy Venegas.
