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La Corporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA) emitió una circular dirigida a los entes territoriales, instando a los alcaldes a activar de inmediato los comités municipales y el Comité Departamental de Gestión del Riesgo. La medida busca preparar a los municipios para la próxima temporada de lluvias y mitigar posibles emergencias.

Jesús León Insignares, director de la CRA, hizo un llamado a la comunidad para evitar prácticas que puedan agravar la situación, como el arrojo de residuos en los arroyos, lo que podría ocasionar taponamientos y desbordamientos.

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Asimismo, señaló que según la información suministrada por el Ideam, se esperan las primeras lluvias en el territorio nacional, lo que requiere medidas preventivas tras un período de sequía que ha dejado los suelos en estado crítico.

“Venimos de una sequía, nuestros suelos están ávidos de aguas lluvias y tenemos que prepararnos. Por eso invitamos a activar los Comités Municipales de Gestión del Riesgo”, afirmó León Insignares.

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El director también advirtió que los 22 municipios del Atlántico, especialmente aquellos cercanos al río Magdalena y al Canal del Dique, se encuentran en alerta, por lo que es fundamental implementar acciones de prevención para reducir el impacto de posibles inundaciones y otras emergencias.

Más acciones

De igual manera, el director de la CRA sostuvo que para mitigar riesgos, se firmará un pacto con Camacol para garantizar el desarrollo urbanístico sostenible, promoviendo construcciones con enfoque ambiental.

“Se está garantizando la sostenibilidad del territorio, cuidando y conservando e incorporando las determinantes ambientales con construcciones que sean completamente inteligentes, con sello verde y con un manejo adecuado de la fauna y de la flora”, mencionó.

Explicó, además, que este acuerdo busca reconocer que las ciudades, al desarrollarse, generan impactos ambientales, económicos y sociales. Sin embargo, es fundamental lograr un equilibrio entre el crecimiento urbano y la compensación ambiental.

Agregó que experiencias como esta deben servir como lecciones aprendidas para fortalecer la gestión ambiental y, a partir de este compromiso con las constructoras, asegurar un desarrollo sostenible basado en la conservación y el respeto por el entorno.