El alcalde de Cartagena, Dumek Turbay, anunció que están a menos de una semana para que las obras de demolición del polémico edificio Aquarela lleguen a su fin luego de siete meses de trabajos.
“Esperamos que la lluvia de estos días de octubre no afecte, pero a más tardar el 24 de octubre ya estaríamos dando por terminada la demolición y diciéndole a Cartagena, al mundo, que protegemos nuestra declaratoria patrimonial”, dijo el mandatario.
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El alcalde de la Heroica sostuvo que esta es una muy buena noticia para la ciudad y los cartageneros “estamos protegiendo el patrimonio, protegiendo la declaratoria de la Unesco con nuestra ciudad como patrimonio Histórico de la Humanidad. Y ese edificio era una afrenta contra esa distinción”.
Dijo además, que con la demolición del Aquarela se está enviando un mensaje “contundente” a la ciudad porque “hay un gobierno que protege el patrimonio” y además se está eliminando una amenaza frente a la declaratoria de la Unesco.
El mandatario distrital señaló que de manera formal se dará a conocer la terminación de las obras de demolición la primera semana de noviembre cuando se cumplen los 40 años de la declaratoria de la ciudad como patrimonio Histórico de la Humanidad.
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En ese sentido, reiteró que lo importante no era tumbar esta edificación, era demostrar lo que significa el patrimonio histórico, arquitectónico. “Yo creo que el Aquarela manda un mensaje de que estamos en disposición de proteger a los ciudadanos y las decisiones que tengamos que tomar las tomaremos”, puntualizó Turbay.
Avance de las obras de demolición
A mediados del mes de marzo de este año, la edificación que se construyó en cercanías del Castillo San Felipe de Barajas comenzó a ser desmontada piso por piso de los 25 que tenía construido.
A la fecha, de acuerdo con un informe entregado por la Alcaldía el proceso de demolición del Aquarela, ubicado en el barrio Torices, tiene un avance del 78 % con el desmonte de 16 pisos.
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Con estas obras se ha generado más de 2.050 metros cúbicos de escombros y desmontando más de 133 toneladas de acero.
Los trabajos de demolición cuentan con un sistema de aspersión hidráulica diseñado para contener el polvo generado durante el proceso, evitando su dispersión debido a las fuertes brisas de la zona.
Además se ha activado un sistema “constructivo especializado que reducirá de manera considerable la generación de escombros, priorizando así la seguridad y la limpieza del área”, indica la comunicación.
