Compartir:

Un nuevo escándalo se posa sobre el municipio de Soledad. En esta oportunidad los protagonistas son los miembros del Concejo Municipal, quienes debieron repetir la elección del presidente de la mesa directiva de la corporación porque aparecieron 20 votos, cuando en la urna debían estar depositados 18.

Lea aquí: En Baranoa beneficiarán a 10 campesinos con paneles solares

Pero el número de votos que apareció en la urna no es lo único que se cuestiona de esa elección, también cómo y la hora en la que se hizo la sesión para escoger a Ernesto Donado Rosales como presidente del cabildo.

Los concejales fueron citados, según reza en el acta, a la 1 de la tarde del jueves 14 de noviembre. Se les convocó para elegir la mesa directiva del Concejo para el periodo 2025. En ese momento, tras esperar un tiempo prudente, se procedió a llamar a lista a los 19 miembros de la corporación, pero se determinó que no había quorum para realizar la sesión.

Lea también: Anuncian suspensión del servicio de energía en sectores de Galapa

Ante esta situación, la mayoría de los concejales que acudieron al llamado decidieron abandonar el recinto, pues la plenaria no se realizaría ese día, sino que sería convocada en otra fecha.

Sin embargo, sorpresivamente los cabildantes comenzaron a llegar hacia las 8 de la noche al recinto. Más de un empleado de la corporación debió regresar con urgencia a su puesto de trabajo ante la decisión de citar la sesión para la elección de la nueva mesa directiva.

Le interesa: Negocios de la Circunvalar se quejan por contaminación ambiental

El video de la reunión confirma la asistencia de 18 de los 19 concejales que tiene el municipio de Soledad. Solo faltó Brayan Orozco, de Cambio Radical. Pese a la acogida de la nueva convocatoria, el ambiente era de mucha tensión, según contó uno de los asistentes a EL HERALDO.

Uno de los concejales que pidió no ser mencionado le contó a este medio que varios de sus colegas estaban inquietos, al parecer, porque estaban siendo presionados para votar por Ernesto Donado Rosales.

Otra fuente de entero crédito que estuvo presente en la sesión relató que había una marcada división entre los concejales. “Conversaban entre ellos, algunos le hablaban a otros al oído y era evidente que había mucha desconfianza por la decisión que podía tomar cada uno de ellos, es decir, si iban a votar por quien se habían comprometido a hacerlo”.

La sesión siguió de acuerdo con el orden del día. Se inició la votación y cada uno de los concejales depositó su papeleta en la urna sellada. Luego, se procedió al conteo de los sufragios y allí fue donde se percataron de que había dos votos de más. Procedieron a hacer un reconteo, pero el resultado fue el mismo.

“Atrasaron todo. En ese momento que se vició la elección, ya sabían quién era el virtual ganador. Esto era lo que querían saber, si la gente iba a votar o no por el que ellos le dieron la orden”, aseguró la fuente.

Entonces, como la votación se vició de ilegalidad, se repitió unos minutos más tarde con la participación de los 18 concejales presentes. Pero solo se eligió  esta dignidad, puesto que la escogencia del primer vicepresidente y el segundo vicepresidente quedó para esta semana.

“Eso fue todo lo que pasó. La historia es real, real, real, real. Y que los papelitos se pegaron. Nunca en el Concejo se han pegado los papelitos. Simplemente era para asegurarse de que la instrucción de un importante político se estaba siguiendo al pie de la letra”.

Estos hechos han causado un revuelo en el municipio. Algunos líderes se preguntan hasta cuándo Soledad tendrá que arrastrar el lastre de situaciones como las registradas en el Concejo que siguen dañando su imagen ante el resto del departamento y el país.

El concejal Brayan Orozco es uno de ellos. Asegura que la elección del presidente está viciada de ilegalidad, razón por la cual hoy estará presentando una demanda contra este acto.

El concejal argumenta que le violaron sus derechos de elegir y ser elegido porque la sesión fue citada para la 1 de la tarde, pero se realizó pasadas las 8 de la noche sin que la mesa directiva haya aprobado un aplazamiento o modificación del orden del día.

“Es que yo no pude ni elegir, ni ser elegido. Por una sencilla razón. La sesión fue citada para la 1 de la tarde, no a las 8 de la noche, a las escondidillas. La sesión nunca empezó porque nunca hubo quorum. O sea, ellos no asistieron, ni los nueve de un lado ni los nueve del otro fueron al Concejo. Nunca. Cuando yo me voy, a las 7 y 36 de la noche, el Concejo sigue vacío. Por lo tanto, me retiro. Luego se presentan, casi una hora después, y realizan la elección”.