Ante la aparición de una serie de pancartas alusivas al Clan del Golfo en varios sectores de la Barranquilla y en carreteras del Atlántico, el senador Carlos Meisel, del Centro Democrático, rechazó la presencia de esta organización criminal en el departamento.
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También expresó su preocupación por el aumento de la inseguridad en la ciudad: “Barranquilla no es una ciudad con cultura violenta. Pasó de ser una ciudad de terrazas y de los mecedores para pasar a ser una ciudad de puertas cerradas y de miedo y de terrorismo en las calles”.
Por lo que propuso durante su intervención ante el Congreso de la República, reabrir el debate del porte legal de armas en el país. Advirtió que esta propuesta no se puede considerar un incentivo a la violencia teniendo en cuenta que el 92% de los crímenes se cometen con armas sin permisos.
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“Simplemente el ciudadano hoy se siente indefenso y que el estado de la seguridad solamente favorece a los criminales, que hay mano blanda y concesiones hacia los criminales”, dijo.
El senador le hizo un llamado a los mandatarios locales del país y en especial a los de la región Caribe de tener “mano firme con la delincuencia, y al Gobierno nacional simplemente que no tengan que no tenga una política de favorecimiento contra quienes están atemorizando a los ciudadanos que no se meten con nadie, que dedican a trabajar y sacar a su familia adelante”.
Y agregó que “este Gobierno parece valorar más a los ciudadanos que atentan contra ellos”.
