En un año calendario se desperdician cerca de 9.7 millones de toneladas de alimentos en Colombia, un pecado capital que tiene mucho más impacto al conocer que en total un 3 % de la población residente en el país se enfrenta a graves niveles de inseguridad alimentaria aguda, sobretodo en zonas rurales.
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El más reciente informe que entregó la Red Global contra las Crisis Alimentarias (GNAFC) en colaboración con la FAO y otras agencias de la ONU, respaldó esta información y destacó que los factores influyentes pueden ser los altos niveles de pobreza, desigualdad de ingresos y las condiciones de informalidad laboral del territorio.
A su vez, el documento publicado resaltó que el territorio presenta estas condiciones a pesar de ser “un país de ingresos medios o altos, con una alta capacidad gubernamental para apoyar a su población”.
Entretanto, hay un 62 % de población migrante o refugiada –2,9 millones de personas– que sufre este fenómeno en Colombia, país en que los migrantes se ven obligados a atravesar en su camino hacia el norte de la región por la peligrosa selva del Darién, la frontera natural con Panamá.
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En total, la población latinoamericana y caribeña está inmersa en una crisis alimentaria que se vio reflejada con un 26,5 % en el año 2023, un porcentaje ligeramente inferior al de 2022, cuando fue del 27,3 %, lo que hace un llamado a todas las autoridades territoriales para aunar esfuerzos en pro de construir estrategias que permitan asegurar la alimentación básica de cada ciudadano.
