La Gobernación dispuso seis zonas de aislamiento temporal para atender a los pacientes con COVID-19 que presenten síntomas leves. La decisión se tomó como parte de las estrategias para atender y controlar la expansión del virus en el departamento.
La secretaria de Salud del Atlántico, Alma Solano, explicó que el objetivo es aislar en este espacio a personas positivas que dentro de su casa, por situaciones de hacinamiento o por riesgos de otros familiares que puedan tener patologías que compliquen la situación no puedan guardar el aislamiento.
Afirmó que entre las patologías que ponen en riesgo la vida de las personas se encuentra la hipertensión arterial, personas con obesidad, diabetes, fallas cardiacas, enfermedades respiratorias, entre otras.
También explicó que los albergues de aislamiento cuentan con un equipo médico permanente para poder monitorear a los pacientes. Sin embargo, resaltó que estos no son hospitales, ya que los pacientes que van a beneficiarse son los que tienen menos signos y que son asintomáticos.
Sin riesgo de contagio
La secretaria hizo énfasis en que los lugares dispuestos por la Gobernación están ubicados por fuera de las zonas residenciales de los municipios, lo cual hace que no exista ningún riesgo de contacto e interacción con otras personas que vivan en el sector.
Además, dispusieron medidas de control para el personal de la salud y pacientes en la entrada y salida, así como los más estrictos protocolos de limpieza con soluciones desinfectantes que son aplicadas por personal capacitado para garantizar la eliminación del virus.
'Es importante hacer claridad en que este virus no se encuentra en el aire y puede vivir en algunas superficies contaminadas hasta 48 horas', dijo Alma Solano, quien dio a conocer que hasta el momento han atendido a 12 personas en las zonas de aislamiento, 'esto ha podido evitar que se propague la enfermedad en más o menos unas 60 personas'.
Por su parte, la gobernadora Elsa Noguera aseguró que los pacientes recibirán los cuidados necesarios, alimentación, apoyo psicosocial y monitoreo médico hasta que las pruebas salgan negativas y puedan regresar a sus casas.
Noguera señaló que en las zonas de aislamiento temporal, que tienen habilitadas 1.500 camas, se irán abriendo cuando aumente el número de contagiados que necesiten aislarse y no puedan hacerlo en sus casas.
EL HERALDO consultó a Edgar Navarro, coordinador de la Maestría en Epidemiología de la Universidad del Norte, quien explicó qué son las zonas de aislamiento, a quienes llevan y por qué son importantes.
¿Qué es un lugar de aislamiento?
Las zonas de aislamiento son instalaciones de albergue temporal de casos confirmados de COVID-19 con sintomatología leve, como estrategia de bloqueo de la transmisión de la enfermedad en la población. En esas zonas se brindan techo, alimentación y seguimiento por personal de salud para su permanente monitoreo.
¿Quiénes hacen uso de estas zonas?
Las personas que se trasladan a estas zonas son pacientes confirmados con sintomatología leve que tienen imposibilidad de guardar el aislamiento requerido en casa debido a sus condiciones de riesgo social como hacinamiento, falta de suministro de servicios como agua y alcantarillado, entre otros. O también porque en su grupo familiar existan personas adultas mayores, embarazadas o con patologías que afecten su nivel de defensa y en quienes la presencia de la enfermedad genera riesgo de complicación o muerte, explicó el experto en epidemiología.
Si un paciente sale de una de estas zonas (cuando la última prueba de COVID-19 resulta negativa), ¿puede contagiar a otros?
Independiente del sitio donde se encuentre un caso positivo de COVID-19 que tiene un resultado negativo en su prueba de seguimiento no tiene el riesgo de transmitir la infección. La negatividad en la prueba indica que el virus no está presente en el individuo y por ende no puede contagiar a nadie.
¿Por qué son importantes?
Las zonas de aislamiento son muy importantes debido a que se convierten en una estrategia de bloqueo de la transmisión de la enfermedad a nivel de la comunidad y por ende continuar con el aplanamiento de la curva que es lo deseable. Si estas personas se quedan en casa tienen una alta posibilidad de enfermar a su grupo familiar e incrementar el número de casos.
La comunidad no debe temer. La comunidad de las zonas aledañas no debe tener temor debido a que la trasmisión es de tipo respiratorio y requiere el contacto estrecho a menos de dos metros con el paciente. Y las zonas se encontrarán con una distancia mayor de las áreas residenciales en cada uno de los lugares donde estén ubicados en el departamento.