Este panorama demuestra que Petro no está del lado de la institucionalidad, ni del Estado de derecho, ni de la justicia. Al final, el pueblo recordará en el 2026 quienes defendimos la institucionalidad, incluso arriesgando la vida, y quienes se callaron cobardemente en los momentos difíciles del país.
En medio de esta irresponsabilidad fiscal, el sistema de salud periclita en medio de una angustiante asfixia de recursos por parte del gobierno nacional. Se les debe a los gestores farmacéuticos 4.4 billones de pesos, deuda que dejó Duque en 1,9 billones de pesos.
Merkel fue testigo de excepción de la caída del muro de Berlín que dividió a su familia. Desde las ciencias exactas y de una carrera donde las ecuaciones y las fórmulas fueron reemplazas por la acción política se muestra a la comunista tratando de entender el capitalismo y la democracia.
Su obsesión por no dimensionar su final en la presidencia de la República lo lleva a afirmar que las instituciones lo bloquean cuando es precisamente lo contrario. Su actitud autocrática lo lleva a arremeter contra la Constitución Política de 1991 y contra sus instituciones.
En el caso de la energía del Caribe, la bellaquería del gobierno señalará a los comercializadores y los generadores como responsables del apagón, además de las autoridades locales y departamentales de los lugares afectados.
Nada de aceptar la imposición de la tolerancia frente a personas o acciones intolerantes. Esa historia de aceptarlo todo porque toca debe dejarse a un lado. El respeto y la tolerancia se ganan con actos recíprocos. Lo contrario es aceptar la agresión, la destemplanza y la imposición.
Pero más allá de la minusvalía intelectual del ministro de educación, quedó en evidencia la ramplonería del presidente Petro quien le quitó importancia a la reprobación de la tesis diciendo lo siguiente: " No se preocupe porque yo hice una maestría y ni tuve tiempo de presentar la tesis, así que usted va por delante de mí”.
La inmensa mayoría de los colombianos sabe que es necesario oponerse a lo que ha venido representando Petro: el desorden, la falta de institucionalidad, el desagrado por la rama legislativa y judicial y la falta de sindéresis en el manejo del Estado. Contra eso no puede caber ni pactos, ni diálogos.
El segundo hecho, como lo advertí en esta misma columna el año pasado, era el aumento de la tarifa del gas en un 36% en algunas partes del territorio nacional. Ante el déficit del gas nacional, el país se ha visto obligado a importar gas para abastecer su demanda en el interior del país.
Lo que denotó en general ese consejo es que existe una realidad caótica de abandono prematuro del poder de Petro. En ese show nacional nadie discutió sobre el estado de excepción, ni el Catatumbo, ni las tarifas de energía y gas, ni el problema con los Estados Unidos.