Babygirl no es solo una reflexión sobre la insatisfacción personal o los dilemas en una relación; es una pieza que desafía los límites de la narrativa romántica, abriendo el debate sobre la autonomía sexual de la mujer y los juegos de poder en las relaciones de pareja.
La relación entre ambos personajes está marcada por una constante tensión sexual. Aunque existe una especie de consenso en su interacción, los límites se cruzan de manera incómoda e imprevista, y como sugiere la canción que acompaña la narrativa, “el amor duele”.
En cuanto a los aspectos técnicos, la película es impresionante, con tomas que capturan la atmósfera gótica de la época. El elenco es igualmente sólido, incluyendo además a Willem Dafoe como el profesor Albin Eberhart von Franz, un experto en ocultismo que se convierte en la última esperanza para detener al vampiro.
María es la última película del director chileno Pablo Larraín, centrada en la fascinante y trágica vida de la célebre cantante de ópera, María Callas. A través de una serie de recuerdos, se repasan los momentos más significativos de su vida, que la marcaron hasta su prematura muerte, dejando al descubierto la complejidad de su ser más allá de la fama.
Los rezagos de la pandemia y la huelga que afectó la industria marcaron los resultados, y se puede decir que el horror corporal y el género musical han sido una especie de respuesta, reflejando también los extremos políticos globales.
El guión se desarrolla con una agudeza notable, evitando caer en sentimentalismos innecesarios. La puesta en escena tiene una clara influencia teatral, favoreciendo los diálogos intensos y las interacciones entre los personajes.
La película se centra en los últimos días de la vida de María Callas, la cantante de ópera más famosa del mundo. Larraín, que desde su infancia ha sentido una profunda fascinación por este género, muestra en María su vasto conocimiento sobre el tema.
Heretic nos deja reflexionando sobre los temas de la religión y la fe, al tiempo que nos enfrenta a lo aterrador que puede resultar creer ciegamente. La cinematografía de Chung-hoon Chung juega un papel crucial, enfatizando los claustrofóbicos espacios para transmitir el terror psicológico que sienten las misioneras dentro de la casa.
Mercedes, silenciosa y sumisa, representa un reflejo que contrasta con sus deseos más profundos, la oportunidad de experimentar una vida libre y autónoma, tomando las riendas de su propia existencia, aunque ello implique ir a prisión.
La dirección de la película resalta la crítica a las dinámicas misóginas y machistas que la mujer enfrenta a diario, mostrando la brutalidad de los ataques sin necesidad de ser muy explícita. La película es un contundente comentario sobre el control, la manipulación y el asalto a las mujeres por su género.