En Colombia, desde hace años existe normativa que regula la interoperabilidad de los datos de la historia clínica. Implementar herramientas tecnológicas y procesos que aseguren la coherencia entre los registros administrativos y las realidades operativas permitiría un cambio significativo, mejorando la calidad de los datos y reflejando con mayor fidelidad la realidad.
Estas enfermedades no reconocen fronteras municipales ni barriales. Cuando el virus está en circulación, todos los habitantes están en riesgo, sin importar su género, nivel socioeconómico o filiación política.
La venta de pólvora a menores de edad está prohibida, pero esto no impide que los niños tengan acceso a ella. En muchas familias, los padres suministran y permiten que sus hijos jueguen con chispitas, totes y volcanes, sin considerar las graves consecuencias que pueden derivarse de este comportamiento irresponsable.
Aureliano Buendía es mucho más que un simple personaje de ficción. Su búsqueda incansable del poder y su posterior caída en desgracia nos recuerdan que la historia suele repetirse y que los hombres, por más poderosos que sean, están sujetos a las mismas leyes universales.
Esta semana que termina celebramos que la Clínica del Caribe, una institución icónica de nuestra ciudad, ha alcanzado este importante hito. Todos aquellos que hemos sido o somos parte de ella, como colaboradores, pacientes o familiares, debemos sentirnos complacidos y orgullosos de este logro.
En términos de salud pública, la transición demográfica traerá consigo un incremento en la prevalencia de enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, lo que elevará la presión sobre un sistema de salud que ya enfrenta desafíos considerables.
Este reconocimiento ha sido el resultado de mantener un proyecto educativo con estándares internacionales en la educación médica, sin perder de vista el contexto regional y local.