La exposición mediática puede generar riesgos de seguridad para las partes implicadas, desde la intimidación de testigos hasta el acoso a familiares de víctimas o acusados. Sin embargo, en contextos como el nuestro, donde la libertad de expresión es un derecho fundamental, imponer restricciones puede percibirse como un acto de censura.
Venezolanos, su lucha es también nuestra. Defender la democracia no es solo un deber ciudadano; es un compromiso humano y moral. La historia será testigo de su valentía, porque una democracia genuina no se sustenta en votos fraudulentos ni en represión, sino en la voluntad libre y soberana de su gente. Luchen, venezolanos.
Es necesario que el 2025 marque un cambio hacia un Estado que garantice espacios donde las personas puedan expresarse y disentir sin temor a represalias. La democracia solo progresa cuando las libertades son protegidas y promovidas activamente.
Es urgente que el 2025 nos permita hacer un esfuerzo conjunto para garantizar que los cambios sean producto de un análisis técnico riguroso y no de un afán de responder a coyunturas políticas o mediáticas. Asimismo, es fundamental que el sistema penal reconozca las desigualdades estructurales que persisten y trabaje para eliminarlas.
Cada caso de violencia sexual es una herida en nuestro tejido social, y cada víctima que es ignorada, culpada o revictimizada nos recuerda que la lucha por la igualdad y la justicia está lejos de terminar. Actuemos, porque el silencio y la indiferencia solo perpetúan el ciclo de violencia.
Es hora de pensar en soluciones que respeten la autonomía y el derecho de los estudiantes ciegos a competir en igualdad de condiciones
Las interceptaciones son una herramienta poderosa, sí, pero no son un cheque en blanco. Regular su uso es urgente, no solo para proteger a los acusados, sino también para evitar que los abogados queden a merced de un sistema que no respeta su rol como defensores.
Prohibir sin educar no resuelve el problema. Es fundamental que los menores, desde pequeños, reciban orientación sobre el uso responsable de la tecnología. Si no se les enseña a gestionar el contenido que consumen y a identificar riesgos, cualquier restricción terminará siendo un paño de agua tibia.
Incorporar el enfoque de género no implica alterar las normas, sino aplicarlas de forma justa y consciente de las vivencias de quienes enfrentan riesgos extremos en silencio. La legítima defensa, en este marco, no pierde su esencia, sino que amplía su alcance para proteger vidas en situaciones límite.
Que esta canción sea rechazada masivamente demuestra que la sociedad finalmente está empezando a cuestionar este tipo de contenidos, especialmente en un país como Colombia, que se ha esforzado por desterrar la mancha del turismo sexual y el abuso y aún más, cuando el nombre de la canción es el indicativo en WhatsApp de nuestro país.