Al darle la bienvenida en mi despacho miró hacia el fondo buscando su cuadro el Torocóndor. “Ya no está aquí, maestro”, le dije. Sonrió simulando sorpresa. Bajamos sin más protocolo para entregarle, en presencia del consejo directivo y académico y demás invitados, el título de Doctor honoris causa en Arte.
Otro vacío es el ocaso de la Feria del Libro, que duró muy poco. ¿No podrá el Distrito en asocio con el sector privado revivirla? Sigo creyendo que la ciudad tiene expresiones culturales que no se pueden medir con la vara del pasado.
Era una persona de una gran sencillez. No presumía de haber sido integrante del Grupo de Barranquilla sobre el cual escribió unas Crónicas que son testimonio personal y directo de lo que fue La Cueva en su mejor momento.
Al fin, el tres de abril pasado, el alcalde Char anunció la apertura del proceso de licitación de los acabados que parecía que iba a tener igual suerte que ha tenido la larga espera de la restauración del Teatro Amira. "Esperando a Godot" escribió Beckett una obra de teatro, metáfora de la espera de que se muestre el arte moderno en recintos públicos adecuados de la ciudad. Se aproxima el final deseado.