Por eso el paro no es solo un “acto de perfidia”, sino y una infamia que el ELN, cínicamente, pretende legitimar con un corredor humanitario, como una concesión a su violencia inmisericorde. ¿Qué hay detrás de lo que es la antítesis de una manifestación inequívoca de voluntad de paz?
Si de lo que se trata es de presionar al Gobierno en la Mesa desde una posición de fuerza, ¿es esa una demostración de buena fe, de la voluntad inequívoca de paz que debe inspirar los diálogos que pretenden alcanzarla?
Lo que a la COP16 le faltó en presidentes, le sobró en empresarios comprometidos, no atrapados en las amenazas del armagedón ambiental, sino encontrando salidas sin apoyo público y, quizás por ello, desconocidas para el país.
El ELN tiene mucho que explicar y en que comprometerse. No conocemos el mandato sobre los diálogos de su 6º congreso en julio, y el país espera el compromiso con la suspensión del secuestro y que cumplan los acuerdos firmados.
Habría conocido el ministro que Fedegán tiene una posición destacada en desarrollo de sistemas ganaderos sostenibles; y que hemos pedido apoyo a los gobiernos para establecer un millón de hectáreas en sistemas silvopastoriles: una gran revolución ganadera y ambiental.
El incumplimiento de la Función ecológica de la tierra como causal de extinción “administrativa” de dominio amenaza la propiedad privada en un país de autoridades ambientales dispersas y autónomas, y de impracticable legislación en una ruralidad tomada por la violencia.
La Ley 160 creó la extinción de dominio por incumplimiento de la función ecológica de la tierra y también por su destinación a cultivos ilícitos, pero en este mundo al revés, los delincuentes pueden defenderse ante un juez, derecho que se pretende negar a los propietarios legítimos de la tierra. ¿Acaso no somos iguales ante la Ley?
Somos los ganaderos aportando a solucionar nuestros problemas, aunque sea un aporte “invisible”, como el que hacemos, desde hace 28 años, para conservar al país libre de fiebre aftosa, no solo por la salud de los animales, sino para llegar a los mercados.
Acepto el comunicado de la delegación de la cual hago parte, pero me pregunto: ¿cuántas veces el país le ha pedido al ELN manifestaciones de voluntad de paz?