La demanda laboral no ha crecido al ritmo de la fuerza de trabajo. Los sectores que tradicionalmente sostenían el empleo, como la industria manufacturera, el comercio y las actividades artísticas, han perdido participación, con una reducción total de 8 mil empleos. .
Barranquilla ha demostrado su capacidad para adaptarse y reinventarse, y en esta línea hay que avanzar mediante un diálogo transparente y constructivo para afianzar una ciudad imparable y líder.
En definitiva, esta reforma podría ser el inicio de un cambio estructural hacia una mayor autonomía territorial, pero debe ser implementada con responsabilidad. Los gobiernos locales deben asumir el compromiso de manejar adecuadamente los recursos que se les asignen, bajo estrictos controles de transparencia y eficiencia.
Es necesario un enfoque más equilibrado que contemple incentivos para la contratación formal, respetando las dinámicas del mercado laboral colombiano, en el que la informalidad sigue siendo un reto estructural.
Mientras el sector de la vivienda nueva recupera terreno, la vivienda usada sigue ganando protagonismo.