los que yo califico como “contra-vías”, que son aquellos que cuestionan todo lo que los emprendedores proponen, producen o construyen, y ahora utilizan las redes y por cualquiera aplicación, difunden siempre sus negativos conceptos, a veces como catastróficas premoniciones, pero cuando se comprueba que estaban errados y lo que calificaban de terrible se convierte en una maravillosa realidad, jamás, pero jamás, se retractan.
El valor de nuestra “Circunvalación de la Prosperidad”, muchísimo más extensa y necesaria que el túnel y el viaducto, tuvo un valor del orden de los $450.000 millones, mucho menor que el total en Bolívar, pero aquí hay que pagar un par de peajes en esa Circunvalar y en Cartagena no por el túnel y el viaducto. ¿Y el derecho a la igualdad, qué?
Analicemos todas las condiciones de esa vía entre Cartagena y Barranquilla, así como la actual Concesión Costera. Sea lo primero mencionar que esta es de propiedad de ISA que tiene un mayor porcentaje accionario del Estado, así que en cierta medida esta es una pelea de Barranquilla contra el Estado.
Todos estos positivos cambios han ido modificando en el interior del país y en el exterior la percepción de ciudad descuidada y atrasada, por una nueva de ciudad progresista y de rápido desarrollo, lo que la convirtió en atractiva para la inversión, y sobre todo para vivir en ella.
La respetabilidad no se logra por un cargo sino por el comportamiento como ciudadano, y Petro ha demostrado que no se merece el respeto que él reclama. Además, ¿Cómo pedirle a alguien que esté presente sabiendo previamente que será agredido verbalmente? Lo más sensato y conveniente en estos casos es evitar ese tipo de enfrentamientos.
En el plano local nuestra ciudad se desarrollaba de una forma en la que las capitales del interior nos sacaron mucha ventaja en todos los campos, pero hace unos 18 años un individuo le cambió el rumbo, y así Barranquilla ha ido recortando distancia y destacándose en el concierto nacional que hoy reconoce la labor liderada por Alex Char.
Considero que los habitantes de ambas poblaciones y los barranquilleros no deberíamos ser tan pasivos y estar más al tanto de los presupuestos desglosados de Soledad y de Puerto Colombia para poder exigir inversiones que realmente se vean y puedan comprobarse.
Ni un centímetro a negociación alguna, no es momento para ser pusilánimes, que encuentren acá una ciudad y región unidas por una justa causa.
Allí sí el despiporre es total y lo será más ahora que el recaudo del predial ha caído dramáticamente, manifiestan muchos que generado por la desconfianza de los contribuyentes. Así que si antes, con plata, la inversión era casi nula, ahora será peor.
Sus calzadas están deterioradas, los bulevares y glorietas construidos por urbanizadores privados se encuentran descuidados y sin jardines, tampoco hay parques ni buenos campos deportivos para esa numerosa comunidad. Hay puntos con una incómoda y desagradable problemática de aguas pluviales que se ha agravado con la construcción de “La Gran Vía”.