Es increíble que un presidente de la república, elegido por la mayoría de los colombianos, tenga oscuros misterios y “rabo de paja”, que tenga que acceder a las pretensiones de personajes públicamente reconocidos por sus actos y abusos de poder.
La falta de autoridad del Distrito de Cartagena, de administraciones anteriores y de las entidades responsables de controlar los desarrollos urbanísticos, ha permitido que establecimientos comerciales y viviendas se ubiquen prácticamente a escasos centímetros de la calzada. Han sido múltiples los accidentes con pérdidas de vidas humanas y daños materiales.
Hay que dejar el puritanismo de la doble moral y asumir con responsabilidad que la realidad supera la ficción. Que los niños y niñas desde su infancia están a merced de la prostitución y el consumo de drogas es una alerta para que los padres, la sociedad y las autoridades tomen nota y entiendan que la letra de esta canción, para muchos niños y jóvenes, es la realidad, de sus vidas.
Mientras tanto, los presidentes, contratistas y accionistas de las EPS no deben estar para nada tranquilos; sin embargo, bajo ninguna circunstancia debe vulnerárseles su derecho fundamental a la defensa ni al debido proceso. Es duro sortear el juicio mediático, pero el que nada debe, nada teme.
Quien sea sindicado tiene derecho a la defensa y a la asistencia de un abogado escogido por él, o de oficio, durante la investigación y el juzgamiento; a un debido proceso público sin dilaciones injustificadas; a presentar pruebas y a controvertir las que se alleguen en su contra; a impugnar la sentencia condenatoria, y a no ser juzgado dos veces por el mismo hecho.
El libro que está causando tendencia, Nexus, escrito por Yuval Noah Harari, “una breve historia de las redes de información desde la Edad de Piedra hasta la IA” es un recomendado, un libro que se debe leer. Nexus es el trepidante relato sobre cómo hemos llegado a este momento y sobre las decisiones urgentes que debemos tomar para sobrevivir y progresar”.
Si las encuestas verdaderamente tuvieran una función social que permitiera reconocer el desempeño de los gobernantes, deberían dedicarse a medir los problemas de cada ciudad y región, así como informar sobre las necesidades básicas en relación con la seguridad, la pobreza y la prestación de los servicios públicos de manera eficiente, oportuna y a precios justos.
La diversidad de los climas, de la geografía, no permite que algunas regiones surjan con la misma facilidad que lo hacen otras generando una trasgresión a los principios constitucionales de la igualdad, de la solidaridad.
El desmonte de los incentivos, a mi parecer, era considerado necesario, por quienes resultaban afectados con su existencia; ya que al ser similar a una recompensa a la que tendría derecho un ciudadano que protegiera el derecho a la moralidad administrativa, se convertía en una piedra en el zapato para los corruptos que tanto daño ha hecho al patrimonio público.
El tiempo pasa y, a medida que envejecemos, nos damos cuenta de que la verdadera riqueza radica en las experiencias y en las relaciones que cultivamos a lo largo de nuestra vida. A menudo, nos dejamos llevar por la búsqueda de lo material, olvidando que los momentos compartidos con amigos y familiares son los que realmente llenan nuestro corazón.