Estamos en adviento
Hasta los virus perdieron su prestigio. Hoy los combaten fácil, parecen ser frágiles, y lo que asusta son las bacterias, que las hay de todo tipo, hasta de dos patas, y que al revés de éstas, son difíciles de identificar.
Hasta los virus perdieron su prestigio. Hoy los combaten fácil, parecen ser frágiles, y lo que asusta son las bacterias, que las hay de todo tipo, hasta de dos patas, y que al revés de éstas, son difíciles de identificar.
Es que es muy difícil entender que los cambios forman parte de una evolución y que, al igual de lo ocurrido con la cantaleta petrista del cambio climático, modificar las propias convicciones para aceptar que las temperaturas comenzaron a cambiar desde la era del hielo y que el calentamiento global no se detiene ni se detendrá, así desde el gobierno inventen reglamentos.
Durante meses se devanaron los sesos buscando diseños ingeniosos menos costosos, pero no llegaba la musa, hasta que acudieron a la creatividad del arquitecto José Pérez Orozco, quien plantea revestirla en madera, con aspecto de embarcación de la época, una especie de nave encallada en el mar y el tiempo, a la que podría instalarse casinos, bares, restaurantes y demás.
Se trataba de una elección que podía definir el futuro del país, puesto que se iba de escoger a quién supondría factor de mayoría y que, de contar con un congreso coherente, se mantendrían las mayorías que hasta ahora han impedido los desvaríos petristas presentados ante la Corte.
La alternativa que tendría sería entonces fortalecer sus líneas, las malas y las peores, y enfrentarse al proceso electoral que nunca quiso, porque implica que sería sin él, sino en cuerpo ajeno.
Otra vez el ministerio del deporte se manifestó en contra de Barranquilla, ahora proponiendo que nos quiten la Sede de la Selección, y que la casa de ésta sea itinerante, o sea que no cuente con las instalaciones ni la infraestructura ni las facilidades que aquí se le brindan y que, ante cada partido, se improvisen los preparativos.
Habían dicho en mintransporte que la plata se destinará a varias obras en todo el país, así que nuestros gobernadores irán a pedir que una parte del recaudo se aplique en la zona que va a aportar, o sea, a suplicar que una esquirla de nuestros propios billetes se quede aquí, en obras locales.
Podemos nosotros mismos, solos, sin el Gobierno nacional, avanzar y triunfar. Es que hoy Puerto es otro. Aunque falta por hacer, transitar por la plaza, sus calles vecinas, recorrer el pedazo de muelle que se logró recuperar, visitar el Muelle 1888, diseño del arq. José Pérez, es sentirse en otros lares.
Sabido es que cuando una buena nómina no conforma un buen equipo, el malo es el técnico. La conclusión es que tanto la selección como Junior se equivocaron al escoger técnico.
Tenemos ahora una animadversión adicional, es que Petro nos detesta y, aunque últimamente trate de disimularlo, ya nos ha clavado en todo lo que ha podido, así que lo que ahora cacarea es tratando de recuperar lo que nuestra mentalidad masoquista ha dejado sobrevivir.