Fue un abanderado de la paz (Cómo será Santos de tramoyero que hasta al Papa engañó con su falsa paz), pero de la paz mundial alterada por conflictos entre países. Propugnó por la protección del medio ambiente, pidiendo cuidar la tierra, casa única de todos.
Pero hoy es Jueves Santo, día especial para perdonar y olvidar. Y para conmemorar el Santo Sacramento de la Eucaristía, y el Orden Sacerdotal. También para celebrar el triunfo de Noboa, y para lamentar la partida de Mario Vargas Llosa, la mejor y más prolífica pluma de América. Y claro, para hacer un paréntesis en las vacaciones, y meditar y orar por Trump, para que nos apoye contra Satanás. Y para rezar mucho por la suerte de este país que tanto necesita la oración.
Por ello es inútil hablarles de los aviones que alguna vez criticaron, o de algún otro desvarío; mienten porque mentir es un vicio, el vicioso no razona, sólo reincide. Así que hay que detener el avance destructor, porque la cosa no va a cambiar: el petrismo es como el puerco pollero.
También la cosa podría interpretarse como que a los encuestados, por lo menos en Barranquilla, les importa un pito lo que por allá en Bogotá resuelvan, nunca nos han parado bolas, y que lo importante es apoyar a Álex, con él no necesitamos a los cachacos, y por ello el alcalde puntea de lejos en todas las encuestas, para piedra de Petro y de los petristas.
O se lo aprueba, no sabemos. Otros sostienen que hay que negarla de plano, no importa su reacción, nunca ha tenido éxito, y así darle a Petro una palera electoral que lo aterrice.
Pero ni la valiente Nadia Blel, ni los también valientes ocho de la Comisión se dejaron presionar, no se arredraron, y hundieron la Reforma Laboral. Bien por ellos. Petro habló en la Plaza de Bolívar, más de lo mismo, surtidor de hiel contra congresistas y opositores, cacareando que no lo dejan gobernar, como si gobernara. ¡No ve una!
La culpa, claro, es de Petro, responsable directo y autor intelectual de todo lo malo que nos ocurre, pero también, y en buena parte, del congreso, sobre todo de un partido liberal que actúa como si el desastre nacional no cayera también sobre ellos.
Y no es que no tengamos problemas, sino que nuestros gobernantes vuelan a resolverlos, aún a pesar de un gobierno nacional que nos mezquinea el billete, no importa, fíjense que Álex sigue ampliando vías, construyendo otras nuevas para mejorar la movilidad, y adelantando importantes inversiones en salud, educación y otros frentes, haciendo rendir el recaudo distrital que, aunque menor que el de las otras grandes capitales, las obras son más notorias.
Nunca imaginó que su festividad iba a tener el rotundo éxito que logró: Nadie menos que nuestra diosa barranquillera, quien vino al programado concierto donde nada se deja al azar, todo es fríamente calculado, la invitó a la tarima, y bailó y cantó con ella, ¡qué pupera! Reina es Reina.
Pese a que fue importante la noticia del fallo que parece devolverle a Barranquilla el control del Corredor Universitario, habrá que auscultar qué tan mala fue tal decisión para los residentes del sector incluido, cuánto pierden en inversión municipal. Que así como Elsa les hizo de todo, fijo con Álex les irá mejor. Hay que ocuparse del tema, pero ya habrá tiempo.