Es momento de recordar que la política no debería ser una lucha de poder, sino un compromiso con la gente. El verdadero liderazgo se demuestra con humildad, empatía y una genuina intención de mejorar la vida de los demás.
Aunque es tentador romantizar el pasado, el hecho de que la vida fuera más asequible no es una cuestión de percepción, sino una realidad respaldada por datos económicos y sociales. Las causas de este cambio son complejas y multifactoriales, desde el estancamiento salarial hasta los efectos de la globalización y las políticas económicas.