Barranquilla Limpia y Linda’, el programa enfocado en mejorar el entorno, embellecer y enseñar sobre la correcta disposición de residuos sólidos en la ciudad, ha logrado recuperar 22 espacios públicos que por muchos años fueron unos basureros a cielo abierto.
Este es un trabajo que se hace con la comunidad y en algunos casos ha sido iniciativa de los mismos ciudadanos que desean mantener sus espacios públicos limpios, sin basuras, para evitar más contaminación y enfermedades; pero, sobre todo, para que haya mayor seguridad y calidad de vida en los barrios.
El alcalde Alejandro Char resaltó la labor de las comunidades, porque son ellas las que motivan a más ciudadanos a que se sumen a esta campaña de embellecimiento de la ciudad.
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“Lo que queremos es incentivar en el corazón de los barranquilleros el mantener una Barranquilla limpia, saludable, que no contamine, y eso arranca en cada uno de nuestros puestos de trabajo, en nuestras oficinas, nuestras casas. Sí es posible una Barranquilla limpia y linda con estas acciones”.
El HERALDO recorrió varios de los puntos recuperados por las comunidades para conocer qué se ha hecho.
Velando por el cambio
Giovanni Contreras, miembro del proyecto en el punto crítico de la carrera 11 con calle 54, del barrio La Sierra, habló con EL HERALDO sobre la labor que se desarrolló en esta zona, destacando su transformación.
“Están cambiando poco a poco, porque antes nadie daba un peso por aquí, pero ahora todo el mundo lo ve de otra manera. Te daba miedo pasar por este punto porque esto estaba lleno de basura y, aunque aún hay gente de la calle que sigue arrojando su basura, ya es menos. Toda clase de personas llegaban aquí y pasaban por ahí en la noche. Ahora está iluminado, ha cambiado mucho. Antes, si alguien pasaba por aquí, lo que decían era que era un basurero, un chiquero. Pero ahora ya se ve bonito, ha cambiado mucho”, afirmó.
Contreras subrayó el modo de actuar que tenían en el sector de La Sierra y cómo el programa Barranquilla Limpia y Linda ha dado un vuelco a la situación.
“Todos los días echaban basura ahí, pero ahora ya no lo hacen. Con el tiempo, se han educado, ya no botan basura y están cuidando el sector. Hay más amistades y más unión en el barrio. Están cambiando poquito a poquito”, expresó Contreras.
Paul Whiteside, compañero laboral de Giovanni Contreras, sostuvo que el entorno ha mejorado para satisfacción de la misma comunidad.
“Lo que se había hecho antes era excesivo, como convertir este lugar en un botadero de perros muertos. Ya estaba contaminando mucho el ambiente”, dijo Whiteside.
También contó que fue la misma comunidad la que un día tomó la decisión de no arrojar más basura en este punto, por lo que se unieron para poner en marcha el proyecto.
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Duván Orozco, dueño de una bodega y reciclador, en compañía de los vecinos y con ayuda de la Alcaldía de Barranquilla, inició la limpieza en el sector de La Sierra.
“Yo conozco esta zona hace 25 años. Emprendí mi negocio, mi bodega de reciclaje, y esto era un basurero impresionante. Contraté a unos muchachos para que mantuvieran la zona limpia y evitaran que siguieran tirando basura. Luego vinieron los de la Alcaldía, mejoraron todo esto por acá”, señaló Orozco.
En medio de sus labores de reciclaje explicó cómo fue el proceso y las dificultades que afrontaron para llevar a cabo la iniciativa: “Fue bastante difícil, porque impedir que un reciclador o una persona de la calle tire basura aquí fue complicado. Hubo muchas discusiones y problemas con ellos”.
Duván Orozco, de igual forma, manifestó que es la misma comunidad la que ahora vela para que se mantenga este sector de La Sierra libre de basuras: “Mis trabajadores me colaboran y avisan cuando viene alguna carreta o algo. ‘Mira, ahí viene la carreta con basura’. Además, tengo una cámara que cubre todo este sector”.
La Avenida Murillo con carrera 1E es otro de los puntos recuperados. Jarrington Fernández, quien transita regularmente por dicha zona, habló sobre la transformación de la zona con la puesta en marcha de la iniciativa de la Alcaldía de Barranquilla.
“Antes de que comenzara la recolección y limpieza de basura, esto era un caos. Siempre había mucha basura, y en la esquina estaba acumulada. Sí ha cambiado, pero todavía falta, porque aún llegan los carretilleros e indigentes a dejar su basura”, sostuvo Fernández.
La parte trasera del Cementerio Universal también está totalmente cambiada y permanece limpia. Hasta antes de su intervención, era uno de los basureros a cielo abierto más grande de la ciudad, una imagen que los vecinos quieren que no se vuelva a presentar; por esta razón, mantienen vigilancia sobre la zona, porque esperan conservarla “limpia y linda”.
Triple A, Soy Voluntario y asociaciones de recicladores de oficio han apoyado la iniciativa para que esta labor se haga con rapidez y eficacia.
La gerente de Ciudad, Ana María Aljure, extendió la invitación a los barranquilleros de apropiarse de esta estrategia.
“Sigamos cuidando nuestra ciudad, sigamos teniendo nuestra ciudad limpia y linda. Esto es un trabajo de todos, así como en nuestra casa la queremos mantener linda para cuando vengan los visitantes, este espacio es de todos, sigamos apropiándonos de estos lugares y pensando en la naturaleza”, enfatizó Aljure.
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Dina Luz Pardo, jefe de la Oficina de Servicios Públicos, explicó lo que significa el proyecto Barranquilla Limpia y Linda y los participantes que se unieron para establecer un programa que brinda limpieza, gran ambiente y belleza a una ciudad que debe seguir floreciendo como una de las capitales principales de Colombia.
“Este es el resultado de un trabajo mancomunado del Distrito con sus diferentes dependencias, Triple A, ediles, Policía Metropolitana de Barranquilla y voluntarios, quienes se unen para la recuperación de estos espacios”, declaró Pardo.
El trabajo en conjunto entre el Distrito y colaboradores permite fortalecer el sentido de pertenencia de los habitantes con su ciudad, logrando mejorar su calidad de vida, especialmente en el enfoque de higiene y belleza de cada uno de los sectores de Barranquilla.
Compromisos sin falta
Una tarea primordial es deshacerse de forma óptima de los residuos de gran tamaño como muebles viejos, podas de árboles, electrodomésticos, entre otros, y no entregarlos a carromuleros para evitar que terminen en las esquinas o arroyos de la ciudad, acumulando la suciedad, que afecta no solo a los barranquilleros, sino también a cualquier turista o individuo presente en el Distrito.
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Es vital recordar el compromiso de los barranquilleros para conservar la limpieza en las calles de la ciudad, buscando el mejor ambiente y evitando la contaminación en tiempos donde la higiene es una prioridad más que nunca.
