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Hay heridas que no sanan tan fácil, y mucho menos si alguien las presiona constantemente. Los hurtos y robos que han sufrido las familias del conjunto Privilegios, en el barrio Campo Alegre, desde el colapso del bloque 4 de la infraestructura, reviven el dolor de una tragedia que parece no tener fin.

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Para Rosalba Terán, quien residía en el bloque 5 del edificio, ha sido un golpe emocional bastante fuerte ver cómo desvalijan cada día el apartamento que con tanto esfuerzo adquirió su familia y que les tocó abandonar por el riesgo de colapso del edificio.

“Cuando se cayó la torre yo estaba con mi tío en la casa y salimos corriendo al momento del colapso, desde ese día nos mandaron a desalojar y no volvimos sino hasta unas semanas después para buscar nuestras cosas, pero ya no quedaba nada. Se llevaron las ventanas, los colchones, y los televisores. No quedó nada”, contó.

La mujer aseguró que la situación empeora debido a que los subsidios que reciben de las autoridades no les alcanzan para cubrir con todas sus necesidades.

Los afectados por los constantes robos no solo han sido los propietarios de los apartamentos, la inseguridad también se ha tomado esta zona de Campo Alegre desde la tragedia.

“Los amigos de lo ajeno vienen desde hace mucho a desvalijar los apartamentos, ya no tienen escrúpulos ni miedo de nada, tanto que ahora no solo toman cosas del edificio, también se han robado las luminarias y cableado del barrio, el sector permanece oscuro y solo, lo que permite que sigan cometiendo más hurtos a los vecinos”, comentó Piedad Flórez, líder del sector.

La mujer también relató que muchos de sus amigos que eran residentes en el Privilegios han sufrido muchas pérdidas: “Una vecina mía le robaron el horno microondas, el aire, y los televisores. La Policía los vio con los elementos en una carretilla y lo que hizo fue echarlos, pero no les quitan las cosas”.

Durante la noche y la madrugada la situación empeora. Mientras las familias duermen, los delincuentes realizan los hurtos.

“Estamos muy preocupados con esta situación, desde las horas de la noche como hasta las 4 de la mañana vienen los delincuentes y empiezan a martillar, romper vidrios y tumbar escombros para llevarse cosas de los apartamentos”, aseguró Marely Maldonado, otra vecina de este sector de la capital del Atlántico.

Esta rutina se repite todos los días. El llanto y la frustración se hacen visibles en ciertas ocasiones entre algunos propietarios que regresan para recoger sus cosas y no encuentran ni las puertas de sus casas.

Según Jesús Acosta, habitante del barrio Campo Alegre, cada vez que pasa por la zona del conjunto Privilegios, ve a varias familias desoladas por la pérdida de sus pertenencias: “Siempre paso en el carro hacia el trabajo y veo lágrimas en algunas personas que ven como carretilleros o habitantes de calle toman sus cosas en frente de ellos”.

Orlando AmadorLos elementos hurtados son transportados en una carretilla o motocarro.

Ante este panorama, Rocío Rodríguez, quien lleva varios años viviendo en el sector, hizo un pedido a las autoridades para poner más vigilancia al edificio.

“Después de que se cayó el edificio hubo vigilancia por unos días, pero luego no volvimos a ver una patrulla por aquí. A veces pasan y hacen una rondita para echar un ojo pero no se ha logrado nada con eso. Es hora de que las autoridades se pronuncien sobre el tema y derrumben eso, si lo van a hacer, porque no dejan que las familias recuperen sus cosas, pero sí que otro se las lleve”, sostuvo.

¿Qué dicen las autoridades?

La Policía Metropolitana de Barranquilla indicó que se ha dispuesto de cuadrantes para vigilar las 24 horas del día al barrio, especialmente la zona del conjunto Privilegios.

“Se viene fortaleciendo el cuadrante en la zona con bastante personal para responder a las denuncias de la comunidad de manera oportuna y proteger la integridad de las personas y el patrimonio que tienen dentro del edificio”, informó.

Entre las acciones competentes de la fuerza pública se han llevado a cabo el registro de personas en el sector que pueden ser potenciales actores delictivos en el edificio, “a su vez, se mantiene línea directa con la comunidad para alertar y poder actuar ante este tipo de situaciones”.

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