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Movilizarse por las calles de Barranquilla se ha convertido en una preocupación para los ciudadanos. El mal estado de algunas vías, los malos comportamientos de conductores y las obras que se desarrollan en algunos puntos de la ciudad son algunos de los aspectos que generan traumatismos para el tránsito.

De acuerdo con los resultados de la encuesta de Barranquilla Cómo Vamos, el 26,69 % de los ciudadanos considera que le ha tomado más tiempo realizar sus trayectos habituales por la ciudad. En las localidades Suroriente y Suroccidente es donde los ciudadanos toman mayor tiempo para movilizarse, con un 31,79 %.

Sin embargo, el 43,69 % de los encuestados aseguró que durante el último año utilizó el mismo tiempo para hacer sus desplazamientos habituales, mientras que el 29,62 % indicó que requirió menos tiempo para tal fin.

A pesar de ser una problemática visible en la ciudad, esta semana hubo revuelo entre diversos sectores luego de que la capital del Atlántico fuese catalogada como la ciudad más lenta para transitar, durante el 2024, a nivel mundial.

Orlando AmadorEl incremento del parque automotor también impacta en las dinámicas de movilidad.

Se trata de un ranking elaborado por la plataforma TomTom, en el cual se evaluaron más de 500 ciudades de 62 países en 6 continentes en función de su tiempo de viaje promedio y niveles de congestión.

De acuerdo con los resultados, los barranquilleros que transitan en carro particular demoran, en promedio, cerca de 36 minutos y 6 segundos para recorrer “un trayecto sencillo” de 10 kilómetros. Eso quiere decir que al año se pierden 130 horas en medio de la congestión vehícular.

Además, tienen una velocidad media de 16,6 kilómetros por hora y en la movilidad se presenta un nivel medio de congestión del 45 %, siendo febrero y septiembre los meses en donde más se registró congestión vehicular en las vías de la ciudad.

También dieron a conocer que las localidades en las que se presentó mayor congestión fueron Suroriente, Norte-Centro Histórico y Riomar.

En el mismo ranking están ciudades colombianas como Cartagena, que se ubica en el puesto 20, seguida de Bogotá (40), Cali (41) y Medellín (55).

Visión de los expertos

Para el docente de Ingeniería Civil de la Universidad del Norte, Víctor Cantillo, este estudio podría tener sesgos, ya que, aunque mide la dimensión de un problema, no lo hace de manera integral.

“La movilidad no solo se mide por velocidad, sino que también hay otras variables fundamentales como las accesibilidades que tienen las personas a sus actividades de trabajo o de estudio. Por ejemplo, si en una ciudad todas las actividades se concentran en el centro, eso obliga a que todos se desplacen hacia allá, lo que sería otro factor”, explicó el experto.

Además, manifestó que la empresa TomTom solo evalúa autos particulares y no tiene en cuenta el uso del transporte público y las bicicletas: “Recordemos que en Barranquilla los viajes en automóvil son entre el 20 % y el 25 %. En realidad, es mucha más la gente que se mueve en transporte público”.

El experto también aseguró que los tiempos de viaje dependen, en gran medida, de la estructura de la ciudad y de qué tan distante se encuentre el destino de los habitantes.

“Un viaje en Barranquilla de 10 kilómetros es extremadamente largo. Básicamente, un viaje típico oscila entre 4 a 6 kilómetros”, argumentó.

Para Cantillo, uno de los factores que pudo influir en el resultado es que la infraestructura de Barranquilla no está diseñada para desplazarse a altas velocidades, pues no cuenta con vías urbanas de alta capacidad y en cada 100 metros hay una intersección.

Al respecto Juan Pablo Bocarejo, director del departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la Universidad de los Andes, sostuvo que “el tema del aumento en tiempos de viaje del tráfico puede deberse a siniestralidad vial, obras en curso y mal comportamiento” y no a un tema de insuficiencia de infraestructura.

En ese sentido, Bocarejo recomendó revisar la regulación del tráfico en los principales corredores, como la semaforización; los malos comportamientos de conductores y motociclistas, y explorar esquemas de gestión de tráfico, como cobro de estacionamiento en vía y cambio de horarios de entrada de colegios y trabajo.

Posibles soluciones

Isidro Ruiz, consultor en movilidad y seguridad vial, señaló que Barranquilla cuenta con un sistema vial no planeado, pues en algunas zonas las vías son angostas, muy similares a la de los pueblos.

Por eso aseguró que, para solucionar el complejo panorama de la movilidad en la ciudad, se deben hacer intervenciones en materia de urbanismo y limitar las alturas de los pisos de los edificios en ciertas zonas de la ciudad en el que las vías no tienen capacidad de soporte.

Orlando AmadorLos sectores donde se ubican las clínicas de la ciudad son de los puntos más críticos de la movilidad en la capital del Atlántico.

“Cuando hablamos de capacidad de soporte nos referimos a la capacidad que tienen las vías para procesar todo el tráfico que debe pasar por una intersección o por una sección de una vía. Entonces, hay que empezar a limitar el número de apartamentos dependiendo del estrato. Si el estrato es más alto, hay más vehículos. Si el estrato es más bajo, hay menos vehículos”, dijo.

Otra de las posibles soluciones que agregó fue mejorar el sistema de transporte masivo en Barranquilla para que las personas bajen de sus vehículos y se motiven a subirse en el transporte público, así como implementar el pico y placa en sectores y por horario, y, por último, educar al ciudadano.

“En Barranquilla es normal que nos paremos en el semáforo a comprar el aguacate. Las personas tienen ese relajamiento y esa falta de sentido de pertenencia hacia la movilidad. Entonces, hay actitudes, podríamos decir, que son egoístas”, finalizó Ruiz.

Planes de la Alcaldía

La secretaria de Tránsito y Seguridad vial del Distrito, Eucaris Navarro, remarcó que se han identificado factores que inciden en la circulación en tramos puntuales, tales como las obras de ampliación de la calle 79 y la carrera 50, los trabajos de ampliación de la carrera 49C y la canalización del arroyo de la calle 85.

“Todas estas obras son en pro del mejoramiento de nuestra malla vial y esto traerá un efecto positivo en la reducción del tráfico cuando se finalicen”, le afirmó la encargada de dicha dependencia a esta casa editorial.

Asimismo, detalló que adelantan planes para fortalecer la movilidad, tales como microintervenciones viales para mejorar la seguridad en intersecciones; el reordenamiento vial en corredores de alta circulación vehicular, campañas de cultura vial contra el mal parqueo y controles operativos de tránsito.

Es de anotar que una de las opciones que viene siendo analizada por las autoridades corresponde al pico y placa, tal como lo aseguró Libardo García, director del Área Metropolitana de Barranquilla (AMB).

“Aunque aún no hay una propuesta definida ni concreta, esta posibilidad forma parte de los estudios técnicos que está adelantando la Secretaría de Tránsito. En estos momentos la decisión depende de los resultados de dicho estudio, que muy pronto serán entregados al alcalde Alejandro Char para evaluar su viabilidad y tomar las medidas necesarias”, sostuvo el funcionario a principios de esta semana.

García fue enfático en que esta medida estaría inmersa en un plan de choque para solucionar los problemas de congestión vehicular en la ciudad.

“Hay otras estrategias que se están desarrollando para reducir los tiempos de desplazamiento y optimizar el flujo vehicular como la regulación del tráfico con agentes de tránsito, convenios con la Policía para estas mismas labores y la ampliación de corredores viales como la Circunvalar y la calle 79″, recalcó.

Lo que piensa la gente

Eduardo Zambrano, un adulto mayor residente del sur de Barranquilla, aseguró que “la movilidad ahora mismo es complicadísima. Si tengo una cita médica tengo que salir dos horas antes, porque se lo come a uno vivo el transporte en la carretera”.

Por su parte, el joven Yossien Cabarcas sostuvo que vive en La Playa y aseguró que la cantidad de vehículos que obstaculizan la movilidad de los usuarios y los semáforos que demoran en darles paso a los conductores contribuye a que se demore 45 minutos para llegar hasta su lugar de trabajo.

Los resultados de otros estudios de movilidad

En 2024, Barranquilla se ubicó en el segundo lugar de las ciudades con el tránsito más lento del país, de acuerdo con la Encuesta Pulso Social realizada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane).

Según el estudio, en la capital del Atlántico y su área metropolitana dedican 47,4 minutos en su trayecto al trabajo. Solamente fue superada por Bogotá, con un promedio de 58,8 minutos de viaje hasta el trabajo.

Cabe recordar que la capital del país ha sido enlistada dentro de las 10 metrópolis con el peor tráfico de todo el mundo, tal como lo evidenció el ranking elaborado en 2023 por la firma Inrix, con una velocidad promedio de 17 km por hora.