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Donde nació Barranquilla, el alcalde Alejandro Char conmemora sus 212 años. Sin embargo, quince meses después de su posesión, que se llevó a cabo justo ahí, en el corazón de Rebolo, la lacerante herida que desgarró durante décadas a las comunidades del suroriente de la ciudad ya no existe. Ha sido cerrada. Al menos, en una parte importante, mientras la sutura continúa su avance. Los cirujanos no lucen bata ni portan bisturí, sino casco y pala. Son los obreros que construyen el parque lineal de 40 mil metros cuadrados que poco a poco cubre el arroyo de Rebolo, entre la calle 30 y el caño de la Auyama, cerca al Corredor Portuario.

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Una impactante obra de ingeniería, inimaginable para muchos foráneos, que resume con todo su simbolismo el talento, capacidad y determinación de los barranquilleros para sortear las adversidades, reinventarse a diario y avivar su optimismo innato. Algo que también hace su mandatario, a quien convocamos a hacer una revisión de tareas en un viaje de mejora, pero también de autocrítica frente a sus principales frustraciones.

JOSEFINA VILLARREALHERRERAEl alcalde Alejandro Char durante una entrevista con la directora de EL HERALDO, Erika Fontalvo.

La transformación urbanística de Rebolo, con su malecón, es una realidad. ¿Satisfecho?

Completamente. Estamos felices. Nada más oportuno que pararnos sobre la carrera 23 para ver el antes y el después de la zona porque desde este punto hacia el caño de la Auyama ya está tapado y hacia la calle 30 avanza la obra. Esto era un basurero a cielo abierto de 2 kilómetros de largo y 22 metros de ancho, un sitio de muerte, diría yo, porque los arroyos arrastraban hasta aquí a la gente que se llevaban, acumulaba los peores olores, en la noche era oscuro e inseguro, y quienes viven a ambos lados ni se veían porque había un acceso cada kilómetro. El malecón integra a las familias, a vecinos, entrega espacios para niños, abuelitos, favorece el deporte y la cultura que son tan representativos del sector y, lo más valioso, une a la comunidad. Lo más largo o complejo está hecho. Nos quedan los últimos 400 metros de un espacio público de esparcimiento y felicidad para quienes tanto lo han demandado y la estación de policía para 130 unidades.

Se me parece a la Barranquilla Procera e Inmortal de la que nos habla Amira de la Rosa en nuestro himno. ¿Qué le dice a usted esa frase?

Me acuerdo cuando era niño y me aprendía el himno de nuestra ciudad. Procera viene de prócer, de una persona o de algo que te enaltece, que es eminente y, lo digo de corazón, es a lo que aspiramos cuando nombramos a nuestra administración ‘Barranquilla a otro nivel’. Somos una ciudad próspera, gallarda, echada pa’ lante, que a pesar de las dificultades, de si tenemos o no recursos del Presupuesto Nacional, salimos adelante. A veces parecemos una república independiente, pero Barranquilla es así. Una ciudad de inmigrantes, con personas de todos lados, que mira por encima de las montañas y de los mares, con una cultura y una sociedad que nada detiene, que hoy tiene río, mar, ciénaga a la vista del mundo y con mucha potencialidad. Por eso estoy más optimista que nunca.

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La capacidad de reinventarnos y de adaptarnos a las nuevas realidades de la modernidad así lo exige. Usted que tampoco se queda quieto, ¿en qué anda?

Me encanta cuando dice que los barranquilleros tenemos capacidad de reinventarnos porque esa es nuestra verdadera potencia. Y fíjese lo que logra Barranquilla sin Ecopetrol, sin minería, sin EPM, sin presidentes, una ciudad que no es Bogotá, que no ha tenido el impulso del Gobierno nacional a lo largo de sus 200 años…

Ni antes ni ahora…

Nunca, nunca lo ha tenido. El Gobierno central ha hecho lo suyo, pero los grandes proyectos de ciudad los han pagado los barranquilleros. Cuando nos animamos a darle la cara al río e hicimos el Gran Malecón que nos costó un billón de pesos, el 97 % de la plata salió del bolsillo de la gente. Cuando hicimos lo propio con la ciénaga de Mallorquín y Puerto Mocho fue igual, las obras se pagaron en su gran mayoría con recursos de una Barranquilla que se reinventa. Hemos tenido la suerte de estar 17 años, entre amigos de la política y mi persona, administrando la ciudad de manera constructiva, sin retrovisores.

Ni adanismos que hacen tanto daño…

Sí, sin teoría, solamente pensando en la gente. Es fácil sentarse, hablar con las personas, acordar lo que se debe hacer porque es lo que piden. En eso hemos avanzado y estamos felices, la verdad. Somos bendecidos por el que está ahí arriba y nos da la oportunidad de trabajar por nuestra gente a diario con todo el ánimo del mundo.

JOSEFINA VILLARREALHERRERATras esta entrevista, el alcalde recorrió el sector y escuchó una a una las necesidades de sus habitantes.

Se avanza en las nuevas fases del Malecón, Mallorquín o Puerto Mocho, ¿y en temas sociales?

Cuando hablamos de hacer crecer esos proyectos es porque ya superamos otros asuntos pendientes. Ya nadie se acuerda de que en el 2007 había 60 mil niños por fuera de las aulas de clase, lo que nos demandó construir 140 colegios públicos. O cuando el titular diario de EL HERALDO era el paseo de la muerte, de personas falleciendo en las puertas de hospitales que no tenían médicos ni medicinas. Barranquilla ha ido superando sus obstáculos sociales. Invertimos en una nueva fase del Gran Malecón porque hemos resuelto el problema de la educación pública y ahora contamos con la Institución Universitaria de Barranquilla (IUB).

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No solamente estamos graduando muchachos bilingües en las escuelas públicas, con desarrollo de software, sino que nuestra universidad les ofrece educación superior. Nuestros megaproyectos reinventan a Barranquilla reconocida como una ciudad turística, como se demostró en carnavales, cuando alcanzamos una altísima ocupación hotelera, o en los grandes congresos que nos escogen como sede. Superamos cuellos de botella sociales y damos nuevos pasos.

¿Cómo cuáles?

Hace unos días estábamos en un colegio oficial con el proyecto Crack the Code, de María del Mar Vélez, del Grupo Nubank, que educa a 8 mil estudiantes en inteligencia artificial, minería de datos, desarrollo de software y en bilingüismo, pero también en habilidades blandas. Ahora hablamos de solidaridad, de cómo enfrentar el bullying o el fracaso, para no quedarnos ahí. Trabajamos en liderazgo, en promover el diálogo, la solidaridad o la tolerancia. No se trata solo de formar un bachiller académico, sino de crear el capital humano que requiere cualquier ciudad que desea echar pa’lante.

JOSEFINA VILLARREALHERRERAMomentos en los que el mandatario de los barranquilleros dialogaba sobre el desarrollo de los proyectos.

¿Cómo generar empleo de calidad para los jóvenes en un momento crítico en el que crece la desocupación de esta población en riesgo de convertirse en carne de cañón para la criminalidad?

Es nuestra competencia diaria con las bandas criminales, no vamos a negarlo, que les pagan a los jóvenes dos, tres millones de pesos al mes, para sacarlos de las aulas de clases. Ellos lo hacen porque es dinero fácil para su hogar, en el que su papá está desempleado y su mamá es ama de casa sin posibilidades. Los pelados se entusiasman cuando ven, por ejemplo, en los espacios de formación que pueden acceder a un computador, hablar con instructores en otros países que les enseñan a ser desarrolladores para ganar dinero, además en dólares. Ellos entienden que pueden ser el sustento de sus casas sin arriesgar la vida, sin tener que salir en una moto a asesinar, a vender droga o a extorsionar por plata. Estamos dando la batalla, pero es complejo por la cantidad de bandas criminales que se están tomando el territorio.

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Pero yo soy muy optimista porque en los colegios veo un ánimo en los pelados, una berraquera y ganas de salir adelante. Los acompañamos, con tremendos profes que tenemos, buenas escuelas, y los papás están metiéndose en el cuento también. Ellos ven que el camino sensato para su vida es el que la administración les muestra en los colegios.

También es clave la articulación con la Policía. ¿En qué quedó con el director de la Policía, el general Carlos Fernando Triana, que estuvo en Barranquilla?

En medio de sus dificultades, la Policía siempre busca cómo apoyarnos porque Barranquilla le ha respondido a la institución. No hay una sola ciudad en Colombia que haya invertido 80 mil millones de pesos en un año para fortalecer sus capacidades en motos, radios, CAI móviles, computadores o cámaras, como hicimos el año pasado la Alcaldía y la Gobernación del Atlántico. Es un trabajo articulado porque los uniformados no tenían las herramientas y los delincuentes, con tanto dinero que mueven, usando una moto de mucho mayor cilindraje, nos estaban ganando la batalla.

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Y las cifras empiezan a mejorar. El 2024 fue desastroso, pero desastroso, perdimos el año. Pero este año, con todas las inversiones y el trabajo en equipo entre comunidad, Policía y Alcaldía, y los investigadores que han llegado a la ciudad, hemos interceptado mucho daño que nos hubiesen hecho. Primero con el general Salamanca, ahora con los generales Triana y Urrego la conversación fluye para ejecutar estrategias, también con la Justicia, con la Fiscalía, porque muchas veces se producen capturas, pero los sueltan a los 10 días.

Los procesos de judicialización no son tan robustos como deberían ser…

Sí, no es tan fácil como uno quisiera. Pero con las reuniones, exigencias y el trabajo en equipo, eso viene mejorando, se realizan las capturas, aunque los bandidos siguen delinquiendo desde las cárceles. En ese sentido tenemos una muy buena noticia para que eso acabe de una vez por todas que daremos en detalle en los próximos días. Ahora, si me pregunta qué asignatura estamos reprobando en este momento, esa es la seguridad, a mí me da pena decirlo porque es una tarea en la que trabajamos fuerte todos los días. Hago encuestas con la gente y se siente todavía muy insegura. Mucha extorsión, atraco callejero. Con el general Triana trazamos unas líneas de investigación e inteligencia para dar golpes permanentes a la criminalidad.

¿Es lo que más lo frustra de su gestión?

Sí, sin duda, porque el tema no camina tan rápido como otras cosas. Una vez nos propusimos acabar con los arroyos y lo estamos logrando. También nos fijamos metas en espacio público, educación, salud, que parecían inalcanzables, como el Nuevo Hospital Barranquilla que se inauguró recientemente. Pero, en relación con la seguridad, que no depende exclusivamente del gobierno de Barranquilla, sino que tenemos que interactuar con el nivel central para enfrentar unos fenómenos que son hasta transnacionales, no se avanza de igual forma. En ese sentido, nos confirmaron que tendremos oficina de Interpol en Barranquilla.

JOSEFINA VILLARREALHERRERAMomentos en los que el mandatario de los barranquilleros dialogaba sobre el desarrollo de los proyectos.

La Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) es de alcance global. ¿Cuál será su enfoque en Barranquilla?

Barranquilla está adquiriendo un carácter turístico mundial y, como sucede en otras ciudades de Colombia, las mafias de delitos sexuales acechan a nuestras niñas vía redes sociales. Nos adelantamos a eso. En carnavales hubo personal de Interpol en el aeropuerto, ahora su presencia será permanente para combatir esa amenaza y actividades de narcotráfico en manos de bandas criminales en las que participan extranjeros.

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Con la Interpol fortaleceremos la labor de la Policía Púrpura y la de Turismo. El general Triana, comprometido con la ciudad, reconoce que Barranquilla le ha dado a la Policía mucho más de lo que ella le está dando a sus ciudadanos. Se esforzarán más, aumentarán los investigadores y el pie de fuerza. Entonces, si bien no hemos logrado los objetivos y es una asignatura aún en rojo, este año puede ser mucho mejor que el año pasado.

Eventos nacionales e internacionales le dejaron 24 millones de dólares a la ciudad en 2024 y las cifras de los conciertos de Shakira fueron excepcionales. ¿Cómo incentivar más turismo para crecer en empleo?

Estamos trabajando desde ya en la temporada de Carnaval de 2026, que será aún igual o superior a la de este año. Debemos potenciar el turismo, con formación en bilingüismo, hotelería, competencias digitales. Todo lo que sucede en Barranquilla es impresionante, yo mismo me sorprendo. Desde el 30 de noviembre, cuando inauguramos Puerto Mocho, en el final del año lo visitaron 150 mil personas, el 95 % no era de la ciudad. En diciembre hubo 1,2 millones de personas en el Gran Malecón, de ellos el 70 % no era barranquillero. Y en el Ecoparque, el avistamiento de aves suma visitantes internacionales desde Santa Marta y Cartagena, con empresas y guías turísticos. En agosto de 2026 tendremos un evento con 4.500 cirujanos de todo el mundo y, además de los congresos nacionales, en julio de este año la OCDE reúne en Barranquilla a expertos y asesores en desarrollo local de sus 38 países, que por primera vez se darán cita por fuera de Europa y de los que aprenderemos mucho. Por eso, yo siento que lo mejor está por venir.

Los barranquilleros queremos buenas noticias como la indispensable renovación de Transmetro, porque subirse a un bus que no se desbarata le cambia el ánimo a cualquiera…

La pregunta del millón: ¿por qué no se hizo antes? Esos buses viejos de Transmetro los traje yo en el 2010. Y solo hasta el 2025, 15 años después de que han dado su vida útil 40 veces es que los venimos a cambiar y con recursos que estamos sacando de la misma tarifa. La gente lo hace al pagar su pasaje, es decir, no estamos quitándole ni plata a la educación, ni a la salud, ni a la seguridad, ni al espacio público, para traerlos.

Ya están llegando a Barranquilla 25 articulados y de aquí a octubre lo harán otros 40, con los que se renueva toda la flota. El otro año vamos por el colectivo. Lo estamos trabajando con los transportadores y ya tenemos un crédito increíble con una banca sueca con la que tramitamos los primeros 400 buses para el cambio.

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Calculo que entre el 2026 y el 2027 podemos tener la mitad renovada, de un total de 2.400. Entonces tendremos al final de nuestro gobierno todo Transmetro renovado, al igual que más de la mitad de la flota del colectivo, que serán tipo padrones para 80 pasajeros, con aire acondicionado, wifi, sistema para cargar el celular, reconocimiento facial, cámaras para detectar si el conductor se está durmiendo y espacios para población en condición de discapacidad y mascotas. Es una cosa espectacular, como lo que hacemos con los mejoramientos de vivienda para que la gente tenga más calidad de vida.

Y con las intervenciones en las vías para reducir la conflictividad vial en puntos críticos…

¿Has caminado la 49 últimamente?

Totalmente.

¿La 50?

Sí.

¿Y qué tal?

Es que se puede hacer, alcalde. En el mismo espacio con inversiones mínimas se mejora la movilidad.

Increíblemente sacamos un carril más para el carro, le dimos el espacio que necesitan los peatones y el tráfico vehicular. Así será la 72 y también vamos por la 43, de la 67 para adelante; la 44, y la 70. De manera que las calles donde haya circulación peatonal masiva, las intervendremos para que el peatón sea prioridad. También pondremos en marcha proyectos en el bulevar de Simón Bolívar y en la plaza de los músicos.

JOSEFINA VILLARREALHERRERAMomentos en los que el mandatario de los barranquilleros dialogaba sobre el desarrollo de los proyectos.

Volviendo a la calle 72, rebautizada avenida Shakira en su honor, ¿por qué no instalar ahí su estatua, la que está en las afueras del Metropolitano para que los turistas del mundo la visiten?

Esa avenida tendrá una narrativa asociada a ella, a lo largo de sus 2,4 kilómetros, desde la carrera 38 hasta el Gran Malecón. Tendrá intervenciones relacionadas a Shakira, se me paran los pelos cuando pienso en ello. Como lo que haremos en el Malecón de Rebolo, entre la carrera 23 y la 30. Rescataremos, en un espacio temático dedicado a la cultura, la memoria de Nelson Pinedo, el ‘Pollo barranquillero’, el único cantante que tenía la Sonora Matancera que no era cubano. También habrá un reconocimiento al Congo Grande, con esculturas o figuras a cargo del artista Yino Márquez, y a otros personajes. Como nuestros grandes delanteros, los goleadores Romelio Martínez, Roberto Meléndez y Julio Montes, todos del suroriente, los estadios de fútbol de la ciudad llevan sus nombres. En estos barrios hay deporte, carnaval, cultura, salsa con Ralphy 100, ‘María Moñitos’, tantas personas que harán parte de este homenaje.

¿Cómo será ese tributo?

Serán 7 arcos de 12 metros de altura, cada uno, lo estamos terminando de diseñar, pero los recursos los tenemos garantizados. Esto no es un render, será una realidad.

Sigamos en la realidad, pero en una más dura, la de la crisis de la salud por la desfinanciación del sistema. ¿Teme que se puedan cerrar servicios en la ciudad o en los municipios que impacten la operación local?

Así como la seguridad nos ha impactado a nosotros por factores externos y hasta transnacionales, la crisis de la salud por falta de giros a EPS puede generar un colapso en el sistema. Afortunadamente el de la ciudad es eficiente, de bajo costo. La demostración de ello es que abrimos hospitales, lo hicimos con el Barranquilla y próximamente con el del suroccidente, el San Camilo, el del padre Cirilo. Él, de alguna manera, afrontó una crisis, nosotros asumimos el proyecto que está casi listo y abriremos dos o tres más.

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Somos muy eficientes con el manejo de los recursos públicos de la salud. Barranquilla aporta al sistema de salud y al de la educación pública. La nación nos manda 900 mil millones de pesos y la ciudad pone 500 mil millones más. Es decir, la comida que comen los niños, 138 mil millones, que equivale a 20 millones de raciones, más el transporte, el bilingüismo y la formación digital anual, todo eso lo paga la ciudad.

Se le nota que le gusta esta Barranquilla…

Sí, estoy enamorado, me encanta. Porque creo que vamos bien y la ciudad, aún mejor. Los temas estructurales se trabajan con mucha seriedad y con la mejor gente. Estamos formando barranquilleros de otro nivel para una ciudad mundial. Y no tengo la menor duda de que nos va supremamente bien, mejor que a muchas capitales de Latinoamérica en transporte público, en espacios para la gente. Una ciudad no es amable si no se puede caminar. ¿Por qué no podemos tener los mismos andenes para caminar que en Madrid, España? ¿Qué tal si tuviéramos andenes espaciosos en todas las esquinas? Eso no vale mucho y lo haremos.

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Crecemos en turismo porque es un sector con grandes posibilidades de empleo. Otros países viven de él y estamos abriendo opciones con la recuperación de nuestros cuerpos de agua que está ganando fama en el mundo. Mucha gente se está viniendo a vivir a Barranquilla. Y en autogeneración energética, también avanzamos con proyectos como la planta de biogás del Parque Ambiental Relleno Sanitario Los Pocitos, el parque solar APBAQ I, en Juan Mina, que abastecerá el alumbrado público y con el Gobierno nacional se construirán cinco fincas energéticas para generar casi 16 megas que cubran la demanda de 20 mil hogares vulnerables de la ciudad.

Su regalo para la ciudad hoy en su aniversario…

Este es un equipo de gobierno comprometido. Nada nos alegra más que eso. La vida es muy corta, es poco el tiempo en que estamos y le regalamos todo nuestro día a la ciudad con pasión, como también hace EL HERALDO ayudándonos a tirar línea gruesa, contando lo que la gente le dice en la calle. Eso nos ayuda a construir una ciudad mucho mejor, una Barranquilla a otro nivel, como la de los 32 comedores a los que acuden todos los sábados 8 mil niños y la meta es que sean 20 mil, y la de proyectos de inclusión para las personas en condición de discapacidad. Estamos haciendo un censo para que nadie se quede por fuera e identifiquemos a esta población y a sus cuidadores, porque es el compromiso que tenemos con ellos.

JOSEFINA VILLARREALHERRERAEn el marco de la celebración del Día del Niño, la Alcaldía hizo diferentes actividades recreativas.

Un buen gobierno es el que escucha, nosotros no tenemos la razón. La razón nos la da la gente y nos va trazando el camino. Nosotros no nos creemos ni más ni menos y estamos sobre todo dispuestos a hacerlo de la mejor forma, con el corazón abierto para también aprender. Barranquilla se reinventa todos los días.

Concierto gratuito por los 212 años

El próximo sábado 12 de abril, a partir de las 4 p. m. en la plaza de la Paz, se llevará a cabo un concierto gratuito para celebrar los 212 años de Barranquilla. El alcalde Alejandro Char le confirmó a EL HERALDO que el maestro Chelito de Castro liderará una ‘big band’ que interpretará una serie de canciones que le rinden homenaje a la ciudad. En el escenario también estarán reconocidos artistas, como Hansel y Raúl, Peter Manjarrés, Elder Dayán y Lil Silvio y El Vega, que le cantarán a la Arenosa para conmemorar su aniversario.