Abrazar es un acto lleno de sentido y con un gran significado en la parte afectiva. Técnicamente es considerado como una manifestación de contacto cercano, que a estas alturas representa un riesgo para la salud.
A puertas de una celebración como la llegada del año nuevo, el reto es entender que el acostumbrado abrazo de feliz año, en la actualidad, es una amenaza de contagio.
'Algunos estudios y modelos dan cuenta de que el riesgo de contraer Covid-19 tras un abrazo varía, e incluso que podría ser bajo, pero que ese riesgo sea bajo, no significa que no exista', sustenta el epidemiólogo clínico Andrés Felipe Estupiñán.
El especialista explica que los portadores asintomáticos son más prevalentes que los infectados sintomáticos, por esto precisa que 'es poco prudente recomendar en este contexto los abrazos del 31 de diciembre entre personas que no convivan en la misma casa o que no hayan tenido un contacto estrecho en las últimas fechas'.
Se refiere a la necesidad de insistir en el autocuidado responsable, considerando que el virus deja secuelas y que la posibilidad de enfermar, ser hospitalizado o fallecer existe para todos.
'En esta época de fin de año considero ideal no aumentar la carga sobre el sector salud y tratar de disminuir la probabilidad de que las personas más vulnerables de la sociedad se enfermen gravemente y mueran por el virus. Debemos reducir aquellas actividades que aumenten de manera innecesaria el riesgo de contraer y propagar el coronavirus, recordemos de nuevo que nuestras acciones deben encaminarse ante todo a no hacer daño', recomienda el médico.
También sugiere limitar las reuniones al menor número de personas posible, es decir, que sean con familiares y amigos más cercanos, restringiendo al máximo nuevos contactos. 'En esta pandemia el número de muertos se ha convertido en un dato, en un número, y parece que olvidamos que estamos hablando de personas concretas. Debemos reducir aquellas actividades que aumenten de manera innecesaria el riesgo de contraer y propagar el coronavirus'.
Por último, el epidemiólogo hace un llamado a las familias a tener adherencia a las recomendaciones que gozan de evidencia en la prevención y tratamiento de la Covid-19.
'Hacer todo lo posible por no hacerse daño ni hacérselo a los demás. Hagamos un llamado a no quejarnos del comportamiento del otro y a examinar cómo estamos actuando nosotros dentro de la sociedad', puntualiza.
Puños y codos
Adoptar el saludo de puños y codos durante la noche del 31 y la madrugada del 1° de enero es la propuesta que hace el epidemiólogo Juan Pablo Moreno como alternativa para reemplazar el beso y abrazo con el que usualmente se desea un próspero año nuevo.
'Los abrazos que sean a la distancia, sobre todo si hay de por medio adultos mayores de 60 años, una población que ha permanecido aislada y que no merece que en una noche se eche para atrás todo el esfuerzo al que han sido sometidos', dice Moreno.
Enfatiza en que las actividades familiares como karaoke y ‘rondas’ de bebidas alcohólicas, bajo las circunstancias actuales, no se deben realizar.
Consumo de alcohol
Moderar el consumo de alcohol durante la celebración de fin de año es una de las recomendaciones que ha estipulado la Secretaría de Salud del Distrito, con el objetivo de que 'no se relajen las medidas sanitarias'.
En el caso del brindis para despedir el año viejo, la autoridad de salud ha pedido que, en lo posible, se haga sólo alzando las copas, evitando en gran medida el contacto cercano o intercambiando vasos y copas.
'Posterguemos las visitas a personas de riesgo como aquellas con enfermedades como diabetes, con afecciones cardíacas, pulmonares, con tratamientos que afecten el sistema inmune o de defensa del individuo'.
En caso de presentar síntomas como fiebre, tos, cansancio o malestar, la cartera de salud del Distrito dice que se deben evitar viajes, traslados y actividad en la que se tenga que interactuar con otros.
Permanecer en casa
La Asociación Colombiana de Infectología, capítulo Caribe, entregó recomendaciones para evadir el virus durante las celebraciones de fin de año.
Además de usar correctamente el tapabocas, lavarse las manos y respetar la distancia recomendada en lugares cerrados, la asociación dice que la forma más segura de pasar la Navidad y el fin de año es permanecer en casa con las personas con las que se convive habitualmente, ya que cualquier otra opción, aún permitida, es un riesgo que puede traer consecuencias lamentables en el futuro.
En caso de resistirse a quedarse en casa, el gremio de infectólogos recomienda analizar qué lugares se han frecuentado en los últimos 14 días y si esto constituye una situación de riesgo. 'En caso afirmativo piensa de nuevo si es conveniente que te reúnas con tus seres queridos', dice el instructivo de la asociación.
Además, invitan a reducir la emisión de aerosoles, y a evitar cantar y alzar la voz.
Virtualidad
Adoptar medidas tecnológicas puede ser una opción, según el Ministerio de Salud, para celebrar con amigos y familiares.
Si bien es cierto que después de tantos meses muchos desean poder compartir con sus seres queridos, Minsalud dice que la ciudadanía debe entender que el virus aún no se ha ido, por lo cual hay que adaptar también estas celebraciones como se han acoplado otras actividades como el trabajo y la educación.