El Consejo Privado de Competitividad y la Universidad del Rosario establecieron que el área metropolitana de Barranquilla se ubica en la quinta posición del Índice de Competitividad de Ciudades, ICC, 2019.
Esta área metropolitana, conformada por las ciudades de Barranquilla y Soledad, registra una calificación de 5,8 sobre 10 y se sitúa por debajo del área metropolitana de Cali (6), Bucaramanga (6,2), Medellín (7) y Bogotá (7,5).
En la segunda entrega del estudio se indica que los desafíos más importantes en materia de competitividad para Barranquilla se concentran en el pilar de educación básica y media en el que registra una puntuación de 5,1 y ocupa el lugar 17 entre 23 ciudades.
Y en lo que respecta a pilares, se destaca el aumento en 0,7 puntos en la calificación de sofisticación y diversificación, lo que responde a avances en materia de diversificación de mercados de destino de exportaciones.
El ICC 2019 mide la competitividad de 23 ciudades y áreas metropolitanas, a través de 97 indicadores agrupados en cuatro factores de análisis (condiciones básicas, capital humano, eficiencia de los mercados y ecosistema innovador).
Así mismo, tiene en cuenta 12 pilares (instituciones, infraestructura y equipamiento, sostenibilidad ambiental, salud, educación básica y media, educación superior y formación para el trabajo, entorno para los negocios, mercado laboral, sistema financiero, tamaño del mercado, sofisticación y diversificación e innovación y dinámica empresarial).
Rosario Córdoba, presidente del Consejo Privado de Competitividad, explicó al respecto: 'Los rankings son útiles para establecer referencias e identificar buenas prácticas, pero este ejercicio va más allá de una competencia entre ciudades o de un juego de suma cero, donde la ganancia de una ciudad es la pérdida de otra. En su lugar, el Índice de Competitividad de Ciudades, y su complemento el Índice Departamental de Competitividad, brindan información valiosa sobre las áreas de política que las regiones deben priorizar, de manera que logremos resolver el reto de la productividad y, por esa vía, alcanzar un crecimiento mayor y sostenido que permita aumentar el bienestar de todos los ciudadanos'.
A su vez, Alejandro Cheyne, rector de la Universidad del Rosario, señaló que 'esta medición les permite a las regiones identificar agendas de trabajo alrededor de áreas o pilares de competitividad, y en los que se requiere la articulación del sector público, el sector productivo y la academia. Por lo tanto, el Índice de Competitividad de Ciudades se constituye en un insumo para que actores relevantes avancen en la construcción de agendas basadas en evidencia, que inviten a trabajar en pro de la competitividad local y nacional y que, en consecuencia, mejoren los estándares de calidad de vida de todo el país'.