Unos 2.000 niños y jóvenes venezolanos de padres colombianos serán registrados este año en Barranquilla, de acuerdo con las proyecciones de la Personería Distrital, que acompaña el proceso de legalización para que estos casos tengan prioridad en la agenda de la Registraduría.
Desde este martes el ente público comenzó la jornada masiva de programación de citas para agilizar trámites y poner en regla los documentos de los menores–y hasta de 18 años–, quienes todavía no tienen acceso a derechos de carácter básico como la salud y educación en la ciudad.
'Si ellos no están registrados van a tener muchas dificultades para que sean atendidos en las clínicas y tampoco es justo que se queden en la casa y no vayan a estudiar porque para entrar al colegio o la universidad le van a pedir su identificación', expresó el personero Distrital de Barranquilla, Jaime Sanjuan.
Precisó que, inicialmente se habían reportado en la ciudad unos 1.003 menores, hijos de colombianos, nacidos en Venezuela con esta situación. Ahora, tras la convocatoria de ayer, la población que se presentó en las instalaciones de la Personería fue superior a la notificada desde noviembre de 2016.
'Esperábamos unos 1.003 casos, pero desde horas de la mañana el número de reportados ha incrementado. Cada vez llegan más hijos de colombianos nacidos en Venezuela a la ciudad y nosotros como ministerio público tenemos el deber de apoyarlos para que tengan igual de oportunidades, que no le sean negados sus derechos', explicó el funcionario. Indicó además que, de esas estadísticas, unos 85 niños son menores de seis años.
Ese es el caso de Keilyz Lanz y su pequeña Mariana Moreno, de apenas un año de edad. La mujer barranquillera regresó a su tierra en diciembre del año pasado luego de cuatro años de vivir en Valles del Tuy, una subregión del estado de Miranda (Venezuela).
'Mi hija está muy pequeña y necesita tantas cosas que allá no encontraba, por ella decidí venirme, pero ahora está indocumentada y ni siquiera es aceptada en las guarderías', contó Lanz, de 22 años, mientras veía correr a Mariana en las oficinas de la Personería.
A ese mismo lugar llegó, en muletas, Alfredo Berrío y su hijo venezolano Gabriel Berrío, de 18 años, quien por la crisis humanitaria en su país decidió coger maletas y vivir en Colombia con su papá, que goza de ambas nacionalidades.
'Es problema es que prácticamente yo no existo aquí. Quiero poder ayudar a mi mamá y conseguir un trabajo, pero estoy indocumentado. También quiero estudiar maquinaria pesada, pero necesito estar registrado', explicó el joven.
El plazo
Hasta el mes de noviembre se extenderá la medida excepcional para que estos hijos de colombianos sean inscritos extemporáneamente en el Registro Civil, según lo indica la circular 064 del 18 de mayo de 2017.
La medida permite que se hagan los trámites necesarios sin los documentos debidamente apostillados.