Compartir:

Una explosión en una fábrica de aceites vehiculares, ubicada en la calle 6 con carrera 42C, de Barranquillita, dejó en la mañana de ayer a dos personas heridas de gravedad y otros dos individuos con lesiones menores que no comprometen su integridad. Los más afectados fueron trasladados de urgencia a centros asistenciales, donde son valorados por los especialistas.

Según narraron los testigos del suceso, eran alrededor de las 11:10 de la mañana, cuando cuatro operarios, tres hombres y la mujer ingeniera, identificada como Angy Cala, se encontraban laborando para la empresa Procesos Petroquímicos SAS. De pronto, durante el procesamiento del aceite almacenado en un recipiente cilíndrico, uno de los filtros de aluminio estalló.

El estallido provocó un incendio que alcanzó a impactar a la mujer, quien instantes previos 'cambió erróneamente el sistema de presión de las válvulas', de acuerdo a las declaraciones que brindó el propietario de la empresa al Cuerpo de Bomberos de Barranquilla, que atendió el caso junto con la Policía de Rescates.

Los hombres que alcanzaron a auxiliar en primera instancia a los afectados describieron la escena 'de terror', teniendo en cuenta que la herida, de unos 26 años, se levantó del suelo por sus propios medios, pero en precarias condiciones, pidió auxilio con el torso desnudo, la ropa rasgada y con su rostro quemado.

'Sentí una fuerte explosión y, cuando corrí a ver lo que había sucedido, una de las heridas venía saliendo con la piel de su mano derecha desprendida y pidiendo ayuda', manifestó Jesús Pérez, una de las personas que prestó auxilio.

La ingeniera es atendida en la Clínica Porto Azul.

Por su parte, Luis Alberto Escorcia Marín, de 30 años de edad, es la otra persona herida que fue identificada por las autoridades que atendieron la emergencia. Durante los momentos de confusión que vivió su compañera de trabajo, él se disponía a apagar el instrumento. Sin embargo, se vio sorprendido por la explosión.

A Escorcia Marín el impacto le dio en gran parte de su cuerpo y, posteriormente, un fragmento metálico de la cubierta de la bodega que salió expulsada tras la explosión le alcanzó a cortar en la pierna izquierda, dejando rastros de sangre en el asfalto y la bota rota y quemada.

Inmediatamente fue trasladado por una ambulancia al Hospital General de Barranquilla, de donde lo remitieron una hora y media después al Camino Adelita de Char por la gravedad de sus quemaduras, las cuales lograron afectar el 80% de su cuerpo, según comunicó este centro de salud.

'El paciente fue valorado por un equipo integral de médicos que incluye cirujano plástico, dermatólogo, ortopedista e infectólogo', anunció el área de comunicaciones de Adelita de Char, donde se encuentra con respiración asistida en la Unidad de Cuidados Intensivos y con pronóstico reservado.

Drama familiar

 Hasta el puesto de salud se acercaron los familiares de Luis Alberto, encabezados por su pareja sentimental, Dellys Troya, de 23 años, con quien no tiene hijos y conviven desde hace siete años en una casa de Palmar de Varela.

Según su padre, Luis Escorcia, quien en medio de la tristeza consolaba a su nuera en la entrada del Camino, explicó que su hijo se vinculó contractualmente con Procesos Petroquímicos hace cuatro meses. 'Siempre se ha dedicado a la soldadura, es la primera vez que nos ocurre algo así. Esperemos salir de esta', dijo el Escorcia en declaraciones a este medio.

El segundo en 17 días

Con este accidente laboral que ocurrió ayer en la empresa Procesos Petroquímicos, se contabiliza el segundo accidente laboral que sucede en 17 días, en Barranquilla.

El más reciente se originó el pasado 18 de junio en el barrio El Recreo, cuando Yamil Coronel, de 32 años, chocara accidentalmente la retroexcavadora que conducía con una tubería de gas y el roce de la maquinaria con el conducto desencadenara en una explosión que dejó un muerto, el operario del vehículo, y un herido.

Allí, en la calle 54 con carrera 39 se lleva a cabo la canalización del arroyo La Felicidad por la firma Unión Temporal Arroyos Barranquilla, donde el obrero fallecido resultó con el 80% de su cuerpo quemado.