Una puja familiar se ha generado por el control del diario La Libertad, que ha circulado en Barranquilla por 38 años desde que Roberto Esper Rebaje, fallecido el pasado mes de febrero, lo fundara en 1979.
Este lunes festivo no circuló la edición diaria, al parecer, por una desavenencia al interior de la empresa.
En este litigio aparecen dos grupos claramente definidos. De un lado está la gerente Nadime Esper y su esposo, Darío Tarud; del otro se encuentra Luz Marina Esper, otra de las hijas herederas, respaldada por Roberto y Eduardo Esper, dos de sus hermanos socios.
En un amplio aviso que ocupaba la mitad de la portada de este lunes, Nadime Esper pretendía dar a conocer la posición de la casa editorial sobre Luz Marina, quien de acuerdo con el comunicado 'no tiene vínculo laboral alguno'.
Para impedir la publicación de este comunicado, Luz Marina ingresó en compañía de otros familiares a la rotativa de la empresa y retuvo los ejemplares que ya estaban impresos, razón por la cual el diario no circuló este primero de mayo.
De acuerdo con Luz Marina, se trataba de 'un contenido venenoso y mal intencionado', ordenado supuestamente por su cuñado Darío Tarud, quien según advirtió 'quiere acabar con el periódico de mi padre'.
En el documento, la sociedad Esper Editores- Roberto Esper & Cia Ltda, da a conocer que Luz Marina, mediante escritura pública del 2014, vendió y transfirió la totalidad de los derechos herenciales, así como las acciones que le correspondían.
De igual manera, se afirma que 'al parecer algunas personas ingresaron al área operativa de dichas sociedades y le manifestaron a los trabajadores ser dueños de esas empresas y con capacidad de impartir órdenes a los empleados'.
Según el aviso, lo anterior 'constituye una clara perturbación al normal funcionamiento' de las sociedades, por lo que 'motivó a contratar una empresa de Seguridad y Vigilancia Privada para control de acceso a sus instalaciones'.
'No me dejan entrar al periódico y me están negando mi derecho al trabajo', reclamó Luz Marina, quien denunció además que 'borraron mi nombre de internet, mis artículos, me quitaron mi página y parte del editorial'.
'Una sola socia y su esposo tienen secuestrado el periódico La Libertad (…) Y yo que soy heredera de mi padre me gano un comparendo por dar la orden de no publicar este periódico', reprochó Luz Marina, desde las afueras de las instalaciones de La Libertad, que permanece acompañado de varios uniformados de la Policía.
Este medio intentó conocer la versión de Nadime Esper, quien se abstuvo de dar declaraciones al considerar que su posición quedaba sentada en el aviso de la portada.