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Antonella Santiago Padilla le mintió durante nueve meses a su pareja con la intención de retenerla a su lado. La mujer le comentó a su familia que estaba embarazada y que inclusive asistía a diversos centros de salud de Barranquilla y Soledad para realizar 'los chequeos prenatales'.

El 22 de septiembre pasado, día del supuesto parto, Antonella, de 37 años, apareció de noche en la casa de sus familiares sin ningún bebé. Contó que había ido a cobrar un dinero que le debían, en Hipódromo (Soledad), y que, de regreso, varios hombres la habían secuestrado y dopado, tras lo cual despertó abandonada.

Eso fue lo que contó Santiago Padilla en el hospital Niño Jesús, a donde fue llevada por sus familiares. La explicación que dio la mujer es que le practicaron una cesárea clandestina para robarle el bebé El centro de salud dio aviso a la Policía y, mientras patrullas buscaban a los supuestos secuestradores, médicos realizaban preguntas e insistían en hacer la revisión de la paciente, pero esta se negaba. Finalmente, por presión de la Policía y familia, le practicaron un examen de sangre que corroboró que nunca había estado embarazada. Ahora ella es investigada por la Fiscalía.

¿Qué lleva a una mujer a idear este tipo de acciones? ¿Qué la hace pensar que un embarazo puede determinar el funcionamiento de una relación? ¿Se trata de trastornos de personalidad o de falta de herramientas para tratar un problema de pareja? En el fondo de estos interrogantes plantea, en todo caso, el debate sobre la situación de la mujer en una sociedad dominada históricamente por el hombre.

Una visión psicológica

 Para la psicóloga Elena Patricia Rondón, estamos ante una conducta 'impensable' por la gran mayoría de las personas, por lo que, según su criterio, el caso encierra 'trastornos psicológicos relevantes'. Al fingir un embarazo, dice, la persona manifiesta signos de mitomanía, manipulación, baja autoestima y hasta una ruptura de la realidad.

'Este comportamiento nos muestra de fondo una autoestima deteriorada, ya que la mujer no se siente valiosa para lograr que su pareja se quede a su lado. Ella se siente desatendida y abandonada emocionalmente y recurre al juego de llamar la atención. El fingir un embarazo le daría una falsa sensación de ser importante', explica la especialista.

Según Rondón, un estado de 'negación' también puede llevar a esta situación como mecanismo de defensa. 'Algunas mujeres que tienen problemas de fertilidad y niegan el hecho de no poder tener hijos, crean un falso embarazo e incluso llegan a sentir la sintomatología propia de este estado', dice.

Edith Aristizabal, docente del departamento de Psicología de la Universidad del Norte, opina que personas como Antonella Santiago tienen 'pocos recursos psicológicos y una valoración escasa de los efectos que ese tipo de engaño puede causar sobre la pareja y familiares'.

'Ese tipo de actos de engaño para retener a la pareja, que puede ser fingiendo embarazo, amenazando con suicidarse, denunciando maltratos o abusos falsos, etc., está relacionado con personas con apegos patológicos y, en algunos casos, asociados a trastornos de la personalidad que suelen usar el chantaje emocional como una vía de evitar el abandono de la pareja', señala la experta.

Comunicación

Sin embargo, Frauky Jiménez, psicóloga clínica y terapeuta de pareja, señala que el caso, pese a que debería ser analizado teniendo más elementos, podría no ser un problema de trastorno de personalidad, sino más bien una 'dificultad' para afrontar problemas dentro de una relación a través de la comunicación.

'Lo ocurrido no encaja dentro del grupo de afecciones en las que los individuos muestren patrones de pensamiento, percepción, sentimiento y comportamiento de larga duración', argumenta.

'El caso puede demostrar una mala salida para el hecho de que la pareja no pueda tener hijos, y denotaría falta de habilidades para solucionar conflictos. La pareja puede conversar la situación y evaluar las posibilidades de buscar bebés, ya sea por adopción, alquiler de vientre etc., pero se toma una medida no funcional que cae en la mentira', dice Jiménez.

La doctora expone que el caso no da señales de que la mujer pueda padecer un trastorno de personalidad. 

La sociedad de lo fingido

Raimundo Caviedes, sociólogo e investigador de la Universidad Simón Bolívar, manifiesta que este caso no deja de sorprender a la opinión pública, en una sociedad donde 'la mayoría de las situaciones se finge'.

'Está muy sobre el tapete la frase de que es mejor parecer que ser, esto para evitar señalamientos y juicios. A la gente hoy día le queda fácil fingir, sin pensar en las consecuencias, y se basan más en el que dirán', argumenta el sociólogo.

Por otra parte, Caviedes asocia este tipo de casos a la condición de ser caribe, dentro de una cultura colectiva donde 'se actúa primero y después se piensa'.

'Los costeños son poco fatalistas y viven el momento, desprendiéndose un poco de las consecuencias de las acciones que puedan tener. Es posible que, debido al carácter del caribe, de tomar, casi siempre, las cosas serias con frescura, nazcan este tipo casos. No faltará la persona que en Carnavales haga un disfraz para burlarse de lo sucedido', dice el sociólogo.  

No es un delito

 Jorge Bolívar Berdugo, abogado, señala que, en Colombia, el caso protagonizado por Santiago Padilla 'no está tipificado en el Código Penal, es decir no es delito', y solo podría ser una conducta con responsabilidad civil cuando genera un daño económico, siempre que se demuestre nexo de causalidad entre el embarazo fingido y un daño recibido por otra persona, el marido por ejemplo.

'Fingir un embarazo, si no se demuestra que se hizo para sacar dinero a otra persona u obligarlo a casarse, no es delito. Sin embargo, si el caso ha generado una 'responsabilidad' podría señalarse como un daño 'moral' que tendría consecuencias económicas para la causante, pero en esencia la conducta no está registrada en el código penal como delito. No obstante, por el delito de secuestro de bebés –otra de las modalidades usadas para fingir embarazos– corresponden penas hasta 30 años de prisión', explicó el jurista de la Universidad Simón Bolívar.

Según el abogado, fingir embarazos puede tener varios orígenes. Uno de ellos puede ser por problemas económicos. Algunas mujeres fingen estar embarazadas y engañan a sus parejas buscando manutención del supuesto padre del inexistente niño.

'Para sostener la mentira, la mujer que finge estar embarazada llega al extremo de robarse o 'comprar' un bebé para hacer más real y efectivo su deseo, y aquí se entra ya en el campo de lo penal, de lo criminal, porque esta conducta sí es un delito', aseguró el abogado e investigador de la Unisimón, Jorge Bolívar Berdugo.

Explicación

También se da en hombres

Expertos indican que el falso embarazo, también llamado utópico, fantasma o imaginario, puede llegar a presentarse en hombres (de manera psicológica, porque no tiene una demostración física) y consiste en hacer creer y parecer que está en estado de gestación.

La causa principal de este suceso parte del deseo incontrolable de tener un hijo. Sin embargo, hay otros factores como la necesidad de fortalecer aún más los nexos conyugales o sentirse joven y productiva, además del temor a quedarse sin la protección de la pareja.

Estos embarazos se producen en ocasiones por situaciones psicológicas y biológicas que pueden conducir a este trastorno, tales como la infertilidad, la esterilidad, problemas de gestación e incluso la depresión.

Otros casos de falsos embarazos registrados en Barranquilla

En 2012, Edith María Molina Charris fingió estar embarazada ante su compañero sentimental (unos 20 años menor) y secuestró a un bebé recién nacido. 

La mujer, con un falso abdomen de gestante, ingresó al hospital Niño Jesús, en Barranquilla, y sacó al bebé de dos días de nacido tras aprovechar un descuido de su mamá. 

Otro de los casos se dio el 11 de julio pasado, donde tras aprobar un preacuerdo entre la Fiscalía y la defensa, el Juzgado Tercero Penal del Circuito de Barranquilla condenó a diez años y ocho meses de cárcel a Angélica Coronado, por el rapto de una bebé de siete días de nacida, en el corregimiento de Salgar, jurisdicción de Puerto Colombia. Las autoridades catalogaron el caso de Coronado como 'aberrante' por la manera en que la mujer logró ganarse la confianza de los padres de la recién nacida para poder llevársela.

Coronado metió a la menor dentro de su bolso para poder cometer el acto delictivo y, según autoridades, pretendía registrar la menor como hija suya para mantenerla en su poder.

Keila Paola García fue enviada al Centro de Reclusión El Buen Pastor por orden de un juez. La joven de 22 años fue señalada de raptar a una bebé recién nacida de una amiga, a comienzos de agosto pasado, al parecer, para hacerle creer a su pareja, un joven militar, que tenían una hija. 

La Fiscalía señaló que 'sí se configuró el delito de secuestro simple', en el sentido de que la joven se llevó a la bebé por un lapso de 12 horas y media sin que la madre de esta tuviera conocimiento de eso.