Tras el cese de actividades de los conductores de la empresa de transporte público colectivo Lolaya Ltda., realizado este miércoles debido a las amenazas y extorsiones, la jornada de este jueves arrancó con el 50 % de la flota operando.
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El conductor Augusto Hernández, uno de los que salió a trabajar, contó que tuvieron que salir a rodar, aun cuando se exponen a la inseguridad, debido a que necesitan conseguir el sustento de sus familias.
“Estamos trabajando con miedo y hemos huido saliendo de a poquitico. La decisión ha sido de nosotros al ver que nadie ha dicho ni hecho nada”, sostuvo Hernández.
De igual manera, señaló que a pesar de que la policía les había asegurado que acompañaría los recorridos, esto no se ha cumplido.
“No ha habido acompañamiento policial y estamos trabajando solos hasta que ellos no vean que algo de lamentar suceda y será su culpa”, aseveró.
En cuanto a la reunión que había anunciado la Secretaría de Gobierno de Soledad para discutir acciones para garantizar la movilidad y el trabajo de este gremio, Hernández señaló que ninguna autoridad ni la empresa les ha hecho partícipe de encuentros con las autoridades.
Mientras continuaban con su recorrido por la calle 72 con carrera 47, reiteró que ni él ni sus compañeros sienten que están dadas las condiciones para laborar; sin embargo, acordaron hacer de tres a cuatro recorridos y cuando ya vaya siendo la tarde parar actividades y regresar a la nevada de Lolaya Ltda.
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Por su parte, algunos usuarios aseguraron que es necesario que se garantice las medidas de seguridad y movilidad tanto para los conductores como para los pasajeros debido a que han tomado el servicio con “precauciones y miedo” a la situación.
“El día de ayer sufrimos bastante para transportarnos porque nadie avisó nada y todos estábamos esperando la flota que nunca pasó”, expresó uno de los pasajeros.
