En 1910 se puso la primera piedra de la iglesia San José en Barranquilla. Solo hasta 1936 terminó su construcción. Desde entonces la esquina de la calle 40 con carrera 39 ha albergado miles de homilías, procesiones, bautizos y matrimonios.
Este diseño neoclásico cumple cinco largos años con las puertas cerradas. En el 2015 parte de su estructura empezó a desprenderse, fue entonces cuando se determinó que no podía seguir abierta porque implicaba un riesgo para los feligreses.
Su interior es una oda arquitectónica. Un repertorio ornamental y artístico de tendencia neo renacentista la hace única en la ciudad. La decoración se refiere a elementos de pintura mural como ocurre con la cúpula en la que se aprecian aspectos de la vida de San José.
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