Hace un año, quienes habían planeado hacer turismo en Semana Santa tuvieron que guardar sus maletas y aplazar sus planes, pues la cuarentena impuesta con la llegada de la pandemia puso freno a la vida normal.
Un año después y en medio de una lenta reactivación, los empresarios de las actividades turísticas esperan con incertidumbre lo que puede pasar en estos días santos en medio de una pandemia que se niega a ceder.
Es que la Semana Mayor no es solo un tiempo de reflexión espiritual, sino una de las temporadas altas para el turismo.
Así lo reconoce la presidente del Fondo Nacional del Turismo (Fontur), Raquel Garavito, quien señala que 'la Semana Santa es, sin duda, un periodo esperado por la industria turística para dar mayor oxígeno a la recuperación de los establecimientos de turismo'.
Fontur, en coordinación con las alcaldías, los gremios y los empresarios del sector, vienen trabajando para prepararlo a nivel nacional con el fin de implementar de manera correcta protocolos de bioseguridad y que estos aseguren la confianza de los turistas y a quienes prestan sus servicios turísticos.
Con el sello de bioseguridad ‘Check In Certificado’ que impulsa con el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, se han comprometido $5.446 millones en 17 regiones. Desde hace varios meses también fue adoptado por aerolíneas y terminales aéreas, entre otros.