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Un grupo de universitarios practica con instrumentos en una banca. A unos cuantos metros de distancia una familia se toma fotos en la fuente mientras los niños corren bajo el agua, ahí mismo aprovechan para refrescarse del calor que provoca el sol a mediodía.

En el otro extremo un grupo de adultos mayores comparten las últimas noticias del día, lo hacen bajo la sombra de un palo de mango, al mismo tiempo que un grupo de jóvenes hacen piruetas con sus tablas en el otro extremo de la plaza.

Cada escena es el latir de un día cualquiera, donde nadie perturba al otro. En la Plaza de la Paz, que este mes llega a sus 35 años, hay más de 30 mil metros cuadrados de puro esparcimiento.

Lo que sucede hoy en la Plaza Juan Pablo II es uno de los propósitos para los que fue construida en 1986. Todo indica que fue la llegada del papa Juan Pablo II a Barranquilla lo que llevó a materializar el proyecto, pues era necesario acondicionar un espacio para el recibimiento de la visita apostólica.

La historia de la Plaza de la Paz está unida 'firmemente' a la construcción de la Catedral Metropolitana María Reina, obra iniciada en la década de los 50.

Los documentos que reposan en el archivo histórico del Atlántico dan cuenta de que el proyecto inicial de la Plaza de la Paz integraba no solo el complejo de la catedral, sino que se extendía como una gran apuesta urbana desde la calle 54 hasta la avenida Murillo, entre carreras 45 y 46.

'El 3 de mayo de ese año el Diario del Caribe anunció el inicio de las obras. Durante los siguientes tres meses se avanzó a pasos agigantados para tener lista la plaza y otras obras en la ciudad, como la pavimentación de la Murillo y la jardinería del Aeropuerto', cuenta el director del Archivo Histórico del Atlántico, Juan Pablo Mestre.