'¡Cónchale vale!', han llegado a decir algunos barranquilleros imitando acento luego de escuchar a MadiBrass, un quinteto de viento-metal venezolano que decidió cargar con sus instrumentos y su sabor desde las ciudades de Maracay y Valencia hasta Barranquilla en busca de un sustento económico, tras la crisis económica que afronta Venezuela. Las remesas son su ‘sueño americano’.
Por las calles de la capital del Atlántico, especialmente en el Centro Histórico, se pasean al menos tres orquestas con sonidos típicos del país vecino. Una tuba, un saxofón alto y uno bajo, acompañado de la trompeta y el trombón componen generalmente la agrupación que le apuesta a un ‘rebusque musical’.
'Vamos casa por casa, negocio tras negocio, paramos en las esquinas y tocamos lo que nos pidan con tal de darnos a conocer. De esos largos recorridos por la ciudad han salido buenos toques', dice Orlando Zerón, encargado del trombón.
Su presencia y sonido en las calles acentúa más la percepción de la alta migración de ciudadanos venezolanos a la Costa Caribe colombiana. Según estimaciones de la Personería, a la ciudad han llegado desde 2016 más de 25.000 personas provenientes de ese país.
'Un sueldo mínimo apenas alcanzaba para el mercado de la semana, la situación es muy difícil allá para nuestras familias y como Barranquilla tiene una vida musical muy movida, decidimos arriesgarnos y venir a probarnos', cuenta Zerón, de 25 años.