En los últimos cuatro años el incremento gradual y sin tregua de las tarifas de energía en la región Caribe tiene a esta zona del país a las puertas de un estallido social. En cualquier rincón de la Costa Caribe, sin duda, el tema del día ya no es sobre fútbol o la novela de moda, ahora la pregunta que todos se hacen es: ¿en cuánto te llegó el recibo de la luz?
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La llegada de la factura a los hogares se ha convertido para miles de familia en un gran dilema: o se come o se paga el recibo. Ya no sorprende que en los estratos uno, dos o tres, que son subsidiados, llegue el recibo de la luz casi por el mismo valor del arriendo.
Expertos en el tema comparan lo que paga una familia promedio de la Costa Caribe con una del interior del país. A un hogar de estrato tres, con una nevera y un aire acondicionado –electrodomésticos de primera necesidad en esta región por el clima– el recibo puede llegar por un valor entre $400 mil y $500 mil. Ese mismo valor lo pagaría una vivienda de estrato cinco o seis en Medellín o Bogotá.
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El sector productivo también se ve impactado por los altos costos de energía. Los pequeños negocios, así como las grandes industrias, comparten la misma preocupación: no hay soluciones concretas a corto, mediano y largo plazo.
Los líderes políticos de la región vienen haciendo la tarea desde la Bancada Caribe. El llamado al Gobierno nacional para que tome medidas al respecto por parte de los gremios económicos y sociales tampoco cesa; sin embargo, a la fecha no se ve una salida.
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Y mientras se encuentra una solución para los más de 11 millones de habitantes de la región Caribe, aumentan las protestas por la calidad del servicio y el alto costo de las facturas.
Esta es una situación que preocupa a las autoridades locales, porque pasan los días y la situación puede empeorar si no hay una solución concreta.