Villa Robledo es un pequeño vecindario construido con tablas, retazos de láminas de zinc y plástico, ubicado en la Circunvalar, entre los barrios 7 de abril y La Granja, a unos pocos metros del puente peatonal.
Este espacio de propiedad privada fue invadido por unas 80 familias en octubre de 2017. Todos con una misma intención: encontrar un resguardo.
Hoy, son 85 casas, cimentadas de manera irregular y pensadas solo para resguardar a sus habitantes del frío y del calor. Una sala, una cocina o un baño, son parte del imaginario de sus moradores.
Estos pequeños espacios están constituidos en su mayoría por un par de camas, abanicos, algún mueble para colgar ropa y utensilios de cocina.
'Esto es mejor que dormir tirados en la calle. Aquí cabe lo necesario, la cama, la ropa y lo que necesitamos para cocinar', señala Elkin Darío David, un reciclador habitante del lugar.
En Villa Robledo no hay servicios públicos, la luz que ilumina las calles fue colocada de manera fraudulenta, el agua es un lujo que solo tienen algunos, y el servicio de gas en esta comunidad no existe.
'La energía es intermitente, algunos vecinos han logrado sacar agua de tuberías y nos comparten, y aquí solo se puede cocinar con leña', señala Lesbia López.
Entre colombianos y venezolanos se divide este territorio, de condiciones extremas, donde según sus habitantes, unos días comen, y otros simplemente les toca afrontar la difícil situación.
Este lugar invadido por grandes familias, algunas conformadas por 24, 12, 8 y las más pequeñas por 4 miembros, esperan que la Alcaldía entienda su preocupación y no intente volverlos a desalojar.
Desalojo
Según la Alcaldía de Barranquilla, el predio es propiedad de un particular y él es el único que puede hacer uso de las herramientas que le otorga la ley para que las autoridades puedan actuar. Por ese motivo antes no ha sido desalojada.
Además, la fuente señaló que en distintas reuniones se le solicitó al particular que presentara una querella y cerrara el predio para evitar más incursión de terceros, pero el dueño señaló que no contaba con el presupuesto para hacer el cerramiento del lugar.
La misma fuente indicó que el dueño tampoco quiso acudir a un amparo policivo.
EL HERALDO conoció que en noviembre de 2017, quienes dicen ser los propietarios del predio, hoy invadido, enviaron una carta a la Alcaldía ofreciendo la venta de este terreno, argumentando que el puente peatonal construido por Edubar cerró el acceso del espacio y no permitía explotar el lugar para ningún tipo de negocio.
En otro punto mencionaban que si la Alcaldía accedía a comprarlo se podía ampliar el colegio Robledo o construir un parque.
Al final los dueños solicitaban una cita con algún funcionario del Distrito para hacer una negociación que fuese favorable para ambas partes.
Son estas las razones por las que algunos invasores de Villa Robledo no sienten temor, por el contrario aseguran que cuando los amenazan con desalojarlos es porque hay intereses económicos de por medio.
'Teníamos una líder que contrató un abogado para respaldarnos ante un posible caso de desalojo, entre todos recogemos plata y ella se encargaba de los trámites, pero ahora dicen que la líder se fue a vivir a otra parte ', indicó Omar Ortíz, invasor.