Jesús María Henríquez fue el ‘invitado’ incómodo de la noche de gala de la premiación de los India Catalina, a los mejores de la televisión colombiana.
Encandenado, ojeroso, mal vestido, con hambre y una barba de 20 días, contrastaba con las estrellas del cine y la pantalla chica, que esa noche de sábado caminaron por la alfombra roja con zapatos nuevos, ropas de marca y peinados de salón. Todos fulgurantes.
Los productores del canal RCN tuvieron el suficiente cuidado para ocultarlo durante la transmisión, a él y a sus compañeros de lucha José de Dios Cardoza Álvarez e Isabel Torres.
Los tres iniciaron hace 22 días, con cadenas y pancartas, una huelga de hambre para reclamar la atención del Estado.
Son desplazados de la violencia. A Jesús María los paramilitares que operaban en la Sierra Nevada le volaron su casa. Trataron de asesinarlo, pero huyó antes, con los suyos a Cartagena.
A José de Dios y a su mujer Isabel también los hicieron salir de un poblado ubicado en las estribaciones de la serranía del Perijá, llamado Media Luna
A José de Dios lo acusaron de ser guerrillero. La Policía lo mantuvo encarcelado y después por falta de pruebas lo soltaron. Pero a seis de los 28 que detuvieron con él, acusados de pertenecer a las Farc, los mataron.
Les tocó venirse a Cartagena. Ahora ellos reclaman una indemnización por daños materiales y sicológicos por cien millones de pesos. Jesús María reclama una casa para su familia.
Manuel Torres y Rafael Palencia iniciaron huelga de hambre.
En los años que llevan en Cartagena no han logrado que el Estado repare los daños de los que fueron víctimas. Por eso se vinieron a la plaza de la Aduana, a que el resto de Cartagena supiera de su lucha, de su dolor.
Y es que la plaza colonial, antiguo punto de mercado de venta de esclavos, se ha convertido en la zona de las protestas. En ella estuvo, durante la temporada de diciembre, cuando la ciudad recibe la avalancha de turistas y es iluminada y embellecida, la activista Fanny Pachón, quien también con pancartas desarrolló una huelga de hambre en protesta contra las corridas de toros, que se reanudaban en la ciudad por esa época.
La noticia la registraron medios nacionales e internacionales. Pachón, si bien no logró su cometido de evitar la realización de la corrida en enero, sí consiguió una reunión con el alcalde Dionisio Vélez para sentar las bases de un acuerdo sobre políticas y campañas distritales de protección a los animales.
Ayer a las 4 de la mañana, llegó un nuevo inconforme a la plaza, para iniciar su huelga de hambre en protesta por lo que considera un fraude del Distrito.
Resulta que en el 2012, durante el gobierno del fallecido exalcalde Campo Elías Terán, el líder cívico y director la fundación Niños del Maná, Manuel Julio Torres ganó una tutela para recuperar el medio ambiente de su populoso barrio La Esperanza.
Entonces el mandatario le dio un contrato, a través de un ingeniero llamado Diego Álvarez Hernández, para acometer los trabajos de limpieza de varios canales y caños de su zona. El valor del contrato fue de 333 millones. Diez meses después de haberse ejecutado la obra, Manuel ni los jóvenes de su fundación, que participaron en las obras, han visto un peso del trabajo.
