Fisioterapeuta de profesión, María del Socorro Bustamante Ibarra será recordada por muchos como la electa representante a la Cámara por las negritudes que no pudo posesionarse por múltiples trabas jurídicas y el rechazo de varias organizaciones afro que no la veían como representante de sus intereses.
Pero más allá de este último episodio, Bustamante Ibarra tuvo una destacada carrera en la administración de salud, mundo que decidó dejar a un lado para moverse en la política.
Tras haber hecho paerte de la Cámara Junior de Cartagena, como fundadora del grupo Kalamarí, Bustamante se embarcó en la idea de llegar al Concejo de Cartagena, en donde logró destacarse como una de las primeras mujeres en presidir esa corporación. Allí estuvo por tres periodos.
Segura de la gestión que había logrado desde el Concejo de la capital de Bolívar, decidió proponer su nombre para llegar al Palacio de la Aduana. Fue así como en 2011, María del Socorro se presentó por primera vez como candidata a la Alcaldía de Cartagena, donde fue derrotada por el periodista, también fallecido, Campo Elías Terán Dix quien marcó una de las más altas votaciones tras conseguir 160 mil votos. Bustamante logro algo más de 52 mil votos.
Al morir Terán Dix, Bustamante se volvió a lanzar a la Alcaldía en el 2013, avalada por la Asociación de Afrodecendientes. En la contienda atípica volvió a perder ante Dionisio Vélez, hoy alcalde de Cartagena.
María del Socorro Bustamante estudio Fisioterapia en la Universidad del Rosario de Bogotá. Becada se especializó en Fisioterapia Respiratoria y Cuidados Intensivos de la Universidad de Miami, y complementó sus estudios administrativos con Gerencia de la salud. En este ámbito se destacó como administradora de varios centros médicos de La Heroica.
La curul que no pudo ocupar
Con 34 mil 67 votos, María del Socorro alcanzó un escaño en la Cámara de representantes en los comicios del 9 de marzo del 2014, con el aval de la Fundación Ébano de Colombia FUNECO.
Antes que ser este un espacio de victoria, la electa parlamentaria debió enfrentar un largo proceso jurídico para defender la curul que no pudo ocupar.
Tras su elección, varios grupos de afrodescendientes instauraron demandas para impedir su posesión, alegando que Bustamante no representaba sus intereses como minoría étnica.
Aunque hace poco, cuando ya estaba en delicado estado de salud, hubo una luz verde para su posesión, todo fue reversado.