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El pequeño David Rodelo Castillo, de 5 años, permanece por fuera de su casa, ubicada en el corregimiento de Hato Viejo, en Guamal (Magdalena), desde el pasado 15 de mayo.

Con un artefacto metálico que abarca la parte inferior de su pierna derecha y que llega hasta su pie, pasa la mayor parte del día en una de las habitaciones del hospital infantil La Casa del Niño, en Cartagena, donde llegó luego de recibir un impacto de perdigón que le fue propinado con una escopeta.

David, pese a su corta edad, irradia la madurez de un veterano. Su rostro tampoco refleja tristeza. En su habitación, que ha convertido en su casa, lo rodean libros para colorear, un muñeco verde de tela al que llama Wally, y una Biblia, con la que él y sus padres basan su fe y le claman al Todopoderoso para que pueda recuperarse pronto.

Según Nelcy Contreras, abuela del niño, el incidente que mantiene a su nieto hospitalizado ocurrió en la casa de un compañerito, en Guamal, luego de que el pequeño ingresara al inmueble para pedir un poco de agua, tras finalizar su jornada de clases.

De acuerdo con el relato de Contreras, un hermano del compañerito de David tomó una escopeta y le disparó a uno de sus pies, quizás sin medir las consecuencias de sus actos infantiles, y lo dejó gravemente herido.

El pie de pequeño David sufrió lesiones tan severas, al punto de que sus padres, dos pastores cristianos, temían que pudiera perderlo. El niño fue trasladado desde su lugar de residencia y, desde ese entonces, ha estado en Cartagena, acompañado por sus padres y un hermanito.

Cuando están próximos a cumplirse tres meses desde el incidente sufrido por David, su recuperación ha sido considerable.

Su pequeño pie, intervenido a tiempo, está intacto. Por ello, David cuenta los días para poder dejar a un lado la cama, para correr y jugar como solía hacerlo con su amigos del pueblo.

Además del respaldo del equipo de profesionales de la Casa del Niño, que ha atendido el caso de David, el acompañamiento de sus padres, Isaías Rodelo Flórez y Jenny Zeley Castillo, ha sido fundamental.

Su abuela Nelcy Contreras asegura que han sido meses difíciles, pero se han 'aferrado a Dios'. Prueba de la fe de David y su familia es un video publicado en la página de Facebook de la Casa del Niño, el pasado 31 de julio.

En la pieza audiovisual, el que pequeño, con Biblia en mano, eleva una conmovedora oración, con la que le pide a Dios 'que llene de sabiduría a los médicos y enfermeras', antes de ser sometido a una intervención quirúrgica.

Sin embargo, David no solo ora por su salud, sino que también lo hace por todos los niños que están recluidos en el centro asistencial. 'Gracias al Señor, hemos contado con muy buenos especialistas, muy buenos médicos, y le salvaron el pie a David', puntualizó la abuela del niño.

Contreras también agradece el apoyo que ha recibido su familia, con respecto a los costos económicos, debido a que desde que el niño fue trasladado a Cartagena, sus padres no han tenido que pagar hospedaje.

Los padres y el hermanito de David se han alojado en la casa Ronald McDonald, la única de esta naturaleza en todo el país, y que ha abierto sus puertas desde el primer semestre del año, para que puedan hospedarse los familiares de todos los niños que reciben tratamiento médico en la Casa del Niño.

'Igual que en el caso de David, las puertas están abiertas para muchas más familias'. Liliana Forero, gerente de la casa de la Fundación Ronald McDonald Cartagena, dialogó con este medio sobre el acompañamiento que han recibido muchas familias que llegan a la ciudad, con el fin de que sus hijos reciban atención médica en la Casa del Niño, y en muchas ocasiones no disponen de recursos para asumir un hospedaje en un hotel.

Forero manifestó que, luego de acercamientos entre la Junta Directiva de la Casa del Niño y la Fundación Ronald McDonald, Cartagena se constituyó en la primera ciudad del país que dispone de instalaciones de este tipo, en las que los familiares de los niños pueden hospedarse mientras estos culminan su recuperación.

'Muchas familias venían de diversas regiones del país y se veían obligadas a dormir en lugares incómodos, mientras sus hijos eran tratados por los especialistas de la Casa del Niño. En la actualidad, gracias a un gran esfuerzo, contamos con una Casa Ronald McDonald, donde las familias pueden hospedarse de forma gratuita', dijo Forero.

De acuerdo con lo expresado por Forero, la Casa Ronald McDonald, ubicada a solo una cuadra de la Casa del Niño, dispone de una capacidad para alojar a 72 personas. El inmueble cuenta con un área social, cocina, salas de televisión, área para el lavado de ropa, y 18 habitaciones.

'El único costo que deben asumir las familias es el de los alimentos que consumen. Sin embargo, les son suministrados todos los implementos de cocina requeridos. Es importante resaltar que en este momento contamos con algunas donaciones, como pasta y otros víveres, que son de gran ayuda para muchas familias', dijo Forero.

Desde su inauguración, se han alojado en la Casa Ronald MacDonald de Cartagena, familias provenientes de La Guajira, Atlántico, Sucre, Córdoba, Santander, y la capital del país, entre otras.

Liliana Forero explica que las familias que deseen alojarse en la Casa Ronald McDonald, una vez sus hijos ingresan a la Casa del Niño, reciben en primera instancia la asesoría de trabajadoras sociales del centro asistencial.

Posteriormente, una vez se verifica la disponibilidad de las habitaciones de la Casa Ronald McDonald, las familias reciben la autorización par hospedarse en las instalaciones.

Según Liliana Forero, muchas familias aún desconocen la existencia de la Casa Ronald McDonald en Cartagena, por lo que reiteró su invitación a quienes requieran utilizar sus servicios.

'Igual que en el caso de David, las puertas están abiertas para muchas más familias', dijo Forero. De acuerdo con lo expresado por Forero, en la línea fija 6435900 y el número celular 322-6077, las personas pueden aclarar cualquier dudas al respecto. También pueden comunicarse quienes estén interesados en hacer donaciones, principalmente, de alimentos no perecederos.