Cartagena. El último recurso que les quedaba era una comunicación satelital con España y EE.UU. para que estos a su vez se conectaran con la base de Guardacostas en Cartagena y los salvaran.
Así fue la operación que rescató al velero en que iban tres navegantes extranjeros y que estuvo a punto de zozobrar por completo, en la salida por mar de Cartagena, en inmediaciones de las escollleras, a 40 millas náuticas, al oeste de la ciudad.
'Si nos demoramos un rato más, hubieran naufragado', dijo el capitán del Cuerpo de Guardacostas de la Armada Nacional, Jorge Herrera. Dos sudafricanos, entre ellos una mujer, y un estadounidense iban en el velero de bandera irlandesa, de nombre ‘Free Spirit’, que sufrió una avería en el timón que terminó rompiéndoles el casco, por donde empezó a ingresar el agua.
La pequeña embarcación estaba a punto de hundirse, cuando llegaron los rescatistas de Guardacostas. El capitán Herrera dijo que gracias al buen tiempo que había en la zona se logró un desplazamiento inmediato y la pronta ubicación de la nave averiada.
El incidente ocurrió en la madrugada del martes pasado. Los navegantes habían salido de Cartagena y su próximo destino era la isla Caimán, en el Caribe. El velero fue remolcado desde el sitio y llevado hasta los muelles de Bocagrande.
Una vez llegaron a tierra, dos hombres, de 69 y 41 años; y una mujer de 26, que iban en la embarcación, fueron sometidos a exámenes médicos. Presentaban cuadros de deshidratación, pero fueron dados de alta.
El capitán Herrera reconoció que en los últimos siete días Guardacostas ha tenido una nutrida actividad. En días pasados atendieron el caso de la muerte de una mujer holandesa que estaba en su velero, fondeado en inmediaciones de las islas del Rosario, junto con su esposo.
En la noche del domingo, frente a la isla de Tierrabomba, a cinco minutos de Cartagena, en otro velero capitaneado por un canadiense fueron encontrados 28 cubanos y un ecuatoriano, que iban de forma ilegal, rumbo a Panamá. VA