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La creciente del río Caribona, causada por el desbordamiento de la quebrada Arizá, en Montecristo, municipio del sur de Bolívar, deja, según los primeros balances de las autoridades, a 5.000 habitantes afectados, de cuatro veredas; 127 viviendas destruidas, otras 924 afectadas y 1.051 familias damnificadas.

Ariel Zambrano, director de la Unidad de Gestión y Riesgos del Departamento, dijo que el gobernador Juan Carlos Gossaín convocó a un comité de manejo de desastres para articular la ayuda y labores de asistencia social que varias dependencias desarrollan en la población afectada.

Sostuvo que las aguas, este martes, bajaron y que esto facilitó el ingreso de los organismos de socorro y de los funcionarios de la Alcaldía de Montecrsito. Dos microacueductos quedaron destruidos, al igual que dos escuelas rurales, un puesto de salud y 10 kilómetros de vías.

Las veredas afectadas por el desbordamiento del río son Regencia, Villa Uribe, Nueva Esperanza, Basal y Puerto Guamo.

Zambrano dijo que la que más padeció los embates de la naturaleza fue Villa Uribe, que fue donde se rompió el muro de contención del río y recibió el impacto de las aguas represadas.

El funcionario sostuvo que se investiga la denuncia sobre la desaparición de una persona.

Entre tanto, una comisión de la Gobernación trabaja en la zona para atender los requerimientos básicos de las familias afectadas, su reubicación y definición de posibles obras de mitigación.

Zambrano dijo que una de las prioridades es atender los daños presentados en instituciones educativas en los corregimientos como Regencia, Puerto Guamo, Basal y Villa Uribe.

'Ante esto la Infantería de Marina ya hizo presencia en la zona con 35 hombres que se desplazaron en 5 botes para llevar ayudas primarias a estas familias. Las competencias por parte de la Gobernación de Bolívar son inmediatas, toda vez que apenas el alcalde municipal declare la Calamidad Pública convocará a todas entidades territoriales para ayudar con el delicado entorno que se vive en zona rural de Montecristo.

Esto abarca la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres y su par Departamental', agregó.

Las familias que quedaron sin nada requieren de kits de alimentos, atenciones de salud y albergues provisionales.