Compartir:

La villa colonial de Santa Cruz de Mompox, en el sur de Bolívar, vive una de las peores sequías de su historia reciente.

El dirigente Gustavo Toscano, presidente de la Corporación Cívica ProMompox, dijo que hace 30 años hubo una situación parecida. Contó en que aquella oportunidad el río se secó tanto, que aparecieron algunas murallas construidas hace más de 400 años por los españoles.

Desde diciembre el poblado vive un crisis no tan crítica como la de hace tres décadas, pero sí alarmante. El río Magdalena, por la falta de lluvias se ha ido secando. Cuenta Toscano que en la albarrada, sitio tradicional por donde corre el brazo del Magdalena, se ven playones de arena, como hacía años no se formaban.

La situación de la falta de lluvias la padecen los lugareños. El agua escasea en un municipio donde las temperaturas están por encima de los 38 grados centígrados. Ayer, por ejemplo, el líquido llegó a los hogares a las 11:30 de la mañana, turbia y con un fuerte olor a fango.

El servicio fue suspendido desde las 7 de la noche del viernes. Este sábado después de activarse el suministro a las 11:30 de la mañana, una hora después fue suspendido de nuevo y en la tarde volvió a bombearse. Esta situación anómala es el pan de cada día de los momposinos.

mompoxsequia2.jpg

En el acueducto construyeron un canal para que el agua llegue hasta la bocatoma.

Pozos profundos. El dirigente cívico Toscano dijo a EL HERALDO que es tan crítica la escasez del agua que muchas familias están pagando dos millones de pesos para construir pozos de 30 metros de profundidad en los patios de sus casonas, a fin de tener diariamente el líquido.

De otro lado, en los playones que se han formado, por la reducción de los niveles del río, muchos están cargando camiones para vender la arena para construcciones.

La sequía también interfiere en la movilidad por el río. El ferry que lleva pasajeros y carga, desde Magangué a Mompox (Bodega), y que opera desde 1960, sufrió en días pasados una emergencia al quedar atascado en un banco de arena, con 25 vehículos abordo.

La alcaldesa Nubia Quevedo declaró recientemente la calamidad pública por la sequía. La actividad turística se vio perjudicada en el pasado diciembre por la escasez de agua en hoteles.

La villa colonial se apresta a celebrar la Semana Santa, una de las fiestas religiosas más concurridas de la región Caribe, y que representa ingresos para muchas familias de esta población. Se teme que El Niño termine por ahuyentar a los visitantes de esta temporada.

Las bocatomas del acueducto de Mompox no están recibiendo el agua suficiente para abastecer a la población. Se han tenido que abrir zanjas para lograr que las fuentes del río lleguen hasta el sistema. Un habitante del municipio, Edward Álvarez, contó que en días pasados él y sus vecinos les tocó ir a poblaciones vecinas a abastecerse de agua.